Volver a colocar al
Valencia en Champions y levantar un título once años después no le sirvieron a
Marcelino García Toral para seguir al frente de la nave valencianista. Por cuestiones que trascienden lo deportivo,
Peter Lim destituyó al asturiano a las primeras de cambio (después de ganar al Mallorca en la tercera jornada) y apostó por un
neófito en la elite:
Albert Celades.Casi desde el primer día, al andorrano le han acompañado las críticas en la siempre complicada plaza de Mestalla. Pero poco a poco parece ir dando con la tecla.
Su gran ‘problema’ es que heredó un equipo con un estilo muy definido, que en los últimos dos años ha funcionado casi como un reloj plantado sobre el innegociable 4-4-2 de su predecesor. Cambiar esos automatismos no era una tarea nada sencilla para Celades, al que le gusta más elaborar la jugada y asociarse, de ahí que le guste sacrificar a un punta para meter otro medio en su intento, sin mucho éxito por ahora, de implementar sobre la marcha el
4-3-3.Visto lo visto, al técnico che, que ha demostrado ser flexible, no le ha quedado otra que dar su brazo a torcer para maximizar sus recursos, apostando en la mayoría de sus partidos por dos delanteros de inicio, pues ahí sí tiene donde elegir:
Rodrigo, Maxi Gómez y Gameiro. Las lesiones, por contra, le lastran en otras posiciones y le dejan sin mucho margen de error.
Aquí repasamos el del encuentro ante el Betis.