Un despido de Rubi no obstaculizaría que el Betis fiche en enero

Un despido de Rubi no obstaculizaría que el Betis fiche en enero
Rubi saluda a Haro durante un entrenamiento. - A. Torvisco
Aitor TorviscoAitor Torvisco 6 min lectura
En las últimas semanas se han intensificado los movimientos en el Betis de cara al inminente mercado de fichajes que abrirá en enero y en el que el club verdiblanco confía en cerrar algún fichaje -todos los focos están puesto en el centro del campo, que es la demarcación con más carencias- que será financiado con alguna que otra salida que se espera, además de con algún nuevo cambio de aires de cedidos que no tienen protagonismo en sus actuales clubes de destino y con otros futbolistas a préstamo por los que se podrían ingresar ya las opciones de compra contempladas en sus respectivos contratos. A todo ello, además, se une un remanente pequeño pero holgado que la entidad reservó en verano para la ventana invernal de transferencias.

Así lo han explicado altos dirigentes del Betis durante un desayuno informativo celebrado en la mañana de este viernes en el espacio Heliópolis del Estadio Benito Villamarín para explicar el estado de las cuentas del club a un mes vista para la Junta General de Accionistas que se celebrará a mediados del próximo mes de diciembre. En este encuentro, desde el club han admitido tener varias operaciones en marcha y han dejado claro que un hipotético despido del entrenador no sería un obstáculo para reforzarse en enero.

En primer lugar, porque en la negociación de su fichaje por el Betis previo pago al Espanyol del millón de euros de su cláusula de rescisión, el club acordó con Rubi una serie de penalizaciones económicas en el caso de que se produjese una cancelación o una ruptura de su contrato por no cumplir con los objetivos previstos (el equipo tiene la meta de luchar por Europa y está decimoséptimo, tras pasar dos jornadas en puestos de descenso). Es decir, que no tendría que abonarle la totalidad de su ficha en los dos años y medio que le restan por cumplir. Además, el órgano de control económico de LaLiga concede una medida de gracia por el que se puede ampliar el presupuesto destinado al entrenador en caso de cese. Este gasto debe ser de un máximo de un 4% del límite de plantilla, ampliable en un 2% más para poder abordar un hipotético relevo en el banquillo.

Se estima que la cantidad reservada para fichajes en enero alcanza varios millones de euros, pero la directiva verdiblanca asegura que ese margen se verá ampliado en breve, ya que desde el inicio de la temporada se han cerrado acuerdos con nuevos patrocinadores y hay nuevos ingresos que no están previstos (como pluses y plazos por el barcelonista Junior Firpo) en las cuentas que maneja LaLiga para fijar un control financiero y un techo de gasto salarial que el Betis cumple a rajatabla.

En este sentido, desde la entidad transmiten que el límite salarial tampoco será una traba para fichar, si bien precisan que no van a hacer locuras ni a agotar ese remanente disponible, ya que la única manera de mantener y continuar con el espectacular crecimiento económico “acelerado” de los últimos años es seguir generando ingresos y beneficios. De este modo, se espera que algunos jugadores que no están contando para Rubi salgan para liberar fichas y taquillas (el caso de Diego Lainez es uno de los más probables) y a ellos se unirán algunos jugadores cedidos por los que se espera que hagan efectivas las opciones de compra de sus contratos en enero, ya que la cuantía a abonar por sus actuales clubes son más baratas ahora que en junio de 2020.

Cabe recordar que el Tottenham tiene una opción de compra de Giovani Lo Celso de 31 millones de euros, con los que el Betis confía en contar a corto plazo. Además, el Crystal Palace podría quedarse en propiedad a Víctor Camarasa por 13,5 millones y el Genoa puede hacer lo propio por Tonny Sanabria por una cantidad que oscila entre los 20 y los 25 kilos. No obstante, en estos dos casos y en el préstamo de Aitor Ruibal al Leganés, preocupa la falta de minutos que están teniendo, sobre todo el centrocampista valenciano y el atacante canterano. En estos casos, se estudia la posibilidad de romper sus contratos de cesión y negociar nuevas operaciones de salida. Esta cancelación en ningún momento podrá ser unilateral, pues no lo permiten sus contratos, sino que tendría que ser negociado entre las dos entidades afectadas.