Dirige al
Betis este viernes (21:00 horas) ante el
Eibar el lanzaroteño Alejandro
Hernández Hernández, que arrastra un recuerdo negativo para los verdiblancos desde hace ocho años y medio. En concreto, desde el 3 de marzo de 2011. Corría la jornada 27 en
Segunda división y, en el tercer encuentro en que los heliopolitanos se cruzaban con el juez adscrito al colegio grancanario, saltó la polémica. Ocurrió durante la visita a El Toralín, de donde el Betis, gran favorito al ascenso a
Primera (que acabaría consiguiendo, de la mano de Pepe Mel), arrancó un sufrido empate a uno.
Aparte de la expulsión de
Iriney, los béticos vieron cómo le era anulado un tanto a
Jorge Molina por una supuesta falta a un defensor y cómo unas manos en el área de la Ponferradina se iban al limbo. El 'ogro' de la categoría se dejaba dos puntos de oro en una fase decisiva de la competición por culpa de las decisiones de un joven árbitro pelirrojo semidesconocido entonces, pero que ha terminado haciendo carrera en la elite.
Por aquel entonces, el club de La Palmera se quejó a las instancias oficiales por la labor de Hernández Hernández, que volvió a pitar a los de
Mel en las postrimerías de aquel curso (un 2-1 en casa al Villarreal) y se reencontraría ya en la 12/13, ya en Primera división, con una victoria por la mínima ante el
Valencia. Desde entonces, altibajos en decisiones y resultados, con el prisma condicionando la catalogación del trencilla por parte de la otra parte.
Objetivamente, el Betis lleva cinco partidos seguidos sin ganar con el isleño al mando. En realidad, ha sido solamente un triunfo (el 1-2 en Málaga de la 16/17, que rompía una racha malísima) en doce encuentros, cada uno de su padre y de su madre, como se suele decir. El más reciente, la derrota (3-2) en el último derbi cainita en el Ramón Sánchez-Pizjuán. Sin cotas tan reseñables como la de Ponferrada, en general, Hernández Hernández no es un árbitro que caiga especialmente simpático en tierras heliopolitanas. Así, en términos generales, únicamente cinco victorias en 19 encuentros con este trencilla, además de otras tantas igualadas y nueve derrotas. En esos choques, el de Arrecife mostró 63 cartulinas amarillas y tres rojas a los jugadores béticos.
Últimamente, los verdiblancos han sido víctimas colaterales de la polémica con Hernández Hernández, incluido en la lista de árbitros indeseados en la 'guerra' mediática entre
Real Madrid y
Barcelona. Con matices, todo comenzó (o se acrecentó) el 29 de enero de 2017, todavía sin la tecnología del
VAR al servicio de los profesionales, cuando el canario no vio cómo Mandi sacaba de dentro de la portería (las repeticiones por televisión le dejaban claramente en evidencia, pues era un error de un metro o más) un balón que habría significado el 1-2 para el Barcelona en el Villamarín. Ese partido acabó en 1-1 y de milagro, pues los culés sólo reaccionaron con el marcador en contra y tras un error imperdonable de Nahuel.
Más recientemente, aunque el Real Madrid acabó venciendo por 1-2 merced a una falta postrera de
Dani Ceballos, los merengues protestaron al validar Hernández Hernández un tanto de Canales en posición dudosa, si bien el videoarbitraje fue quien corrigió la primera decisión del colegiado, que había invalidado el momentáneo 1-1. Entonces, se dijo que el propio Florentino Pérez había telefoneado al jefe de los árbitros para quejarse.