Salvo que se ponga a tiro uno de los objetivos que, en estos momentos, se consideran inviables en el plano económico (Leandro Paredes, Guido Rodríguez),
el Betis apurará el plazo en esta ventana estival de transferencias para reclutar a un
pivote, movimiento que, a no ser que se produzcan fugas inesperadas de última hora,
cerraría la plantilla para el arranque de la temporada 2019/2020, sin posibilidad de cambio hasta enero.
Como ya avanzó este periódico, en la planta noble del
Benito Villamarín han iniciado conversaciones con los agentes de
dos mediocentros defensivos que cuadran en el perfil y en las limitadas posibilidades económicas del club heliopolitana en esta recta final del mercado, pero
mantienen el casting abierto hasta el mismo lunes, pues sospechan que habrá 'mirlos blancos' que se pongan a tiro a la postre, sobre todo si siguen sin contar con la confianza de sus respectivos entrenadores en los encuentros de este fin de semana.
Lógicamente, hay que tener las espaldas bien cubiertas, un contexto en el que se insertan las
gestiones por el rayista Santi Comesaña y el
argentino del Stuttgart Ascacíbar. Ellos están en la hipotética 'pole', siempre y cuando
Paredes, el deseado, no salga del
PSG o elija otro destino.
Uno de los últimos ofrecimientos, de momento sin respuesta, es
Youssef Aït Bennasser (23), francés pero
internacional por Marruecos, que volverá a salir del Mónaco en calidad de cedido. Tasado en
diez millones de euros por la web especializada 'Transfermarkt', se decantó por el
Girondins.