El Betis compra mejor que vende... por ahora

En este mundo del fútbol, la generación de plusvalías es básica para la supervivencia de los clubes. Sirve para equilibrar presupuestos, cumplir con los limites salariales y el ‘fair play’ financiero, para el crecimiento, en definitiva, de las instituciones deportivas, donde impera la búsqueda de profesionales y especialistas que asesoren a los dirigentes en la compleja encomienda de comprar bien y de vender aún mejor. El Betis, obviamente, no está ajeno a esta exigente dinámica, que cumple con creces en su primer apartado, mientras que, en el segundo, se abona a una inversión de futuro en la que mantiene un fundado optimismo.

De hecho, una simple comparación entre los precios de los futbolistas reclutados por los verdiblancos para la temporada 2019/2020 y la tasación que de ellos realiza una de las principales webs de referencia del sector (Transfermakt) deja bien a las claras que únicamente Emerson y Dani Martín pueden considerarse apuestas, al tiempo que Lo Celso y Fekir fueron unas auténticas gangas.

En este sentido, tras una cesión desde enero a junio por parte del Atlético Mineiro, el Betis ha pagado seis millones de euros por la propiedad (compartida con el Barcelona) del lateral brasileño, cuyo valor de mercado es del doble. Por su parte, el guardameta ha salido del Sporting por algo menos que su cláusula (6), pues se pagan cuatro millones y existen unas variables que podrían aumentar esa cifra hasta 400.000 euros más. De meter en esta lista a Lainez -su cotización es de 1,5 y costó 14-, el balance sería menos favorable, aunque el mexicano fue adquirido en el mercado invernal y su condición (traspasado) no cambió, mientras que Emerson aterrizó bajo una fórmula y, ahora, se quedará mediante otra hasta el 30-06- 2021, como mínimo.

En lo que respecta a Gio, los heliopolitanos lo han comprado por 22 kilos, más los tres que se desembolsaron el verano pasado en concepto de préstamo y sueldo, cuando su tasación es de 50; Nabil sale por 19,75 fijos y hasta 10 en bonus, manteniendo su valor de 60. El esfuerzo por Juanmi sólo saldría a deber si se ejecutan los dos millones extra en variables, al tiempo que, en el escenario más oneroso para el Betis, Pedraza sería siete más barato de su tasación. Lo mismo ocurriría con Álex Moreno, que Haro y Catalán esperan reclutar por entre siete y diez millones -su precio real se calcula en unos 12-. Borja Iglesias tiene un coste estimado en el mercado de 28, exactamente en lo que está cifrada su cláusula liberatoria, a la que harán frente desde la planta noble del Benito Villamarín si no se logra convencer al Espanyol de que acepte un pago aplazado (10+9+9 millones).

En estos momentos, el diferencial entre lo abonado y los valores reales de cada jugador en el capítulo de altas es positivo (+60), pudiendo ser de 72-73 de no cumplirse las condiciones para aumentar el dispendio en próximas temporadas por la consecución de objetivos personales o colectivos, o bien por lograrse un ahorro a la postre en las negociaciones aún abiertas. Por el contrario, las ‘pérdidas’ en la ‘operación salida’ se sitúan en torno a los 50 kilos. Y es que el empleo de una fórmula que asegura liquidez pero pospone los traspasos, la venta de porcentajes residuales de los profesionales o los pluses deja en el aire futuras plusvalías en las que confían desde La Palmera.

Sí se ha conseguido ya en el caso de Pau López, valorado en 20 millones de euros por ‘Transfermarkt’ y traspasado a la Roma -hay que recordar que llegó a coste cero el verano pasado- por 23,5, más otros 5,5 en otros conceptos (recuperación del 50% de los derechos de Sanabria, perdón de cantidades y comisiones). A Junior se le pierden siete (18 frente a los 25 de su tasación), pero los 12 kilos en variables voltearían la balanza hacia un +5. Igual que con Lo Celso (50), por el que se reciben 16 ahora, si bien la opción de compra y las variables posteriores elevarían el montante hasta 65-73. A Sergio León se le gana un millón (cuatro, por los tres).

Finalmente, Boudebouz e Inui se marchan por menos (4 y 2, respectivamente) de sus cotizaciones (6 y 4), prefiriéndose aquí la liquidez y ahorro de fichas. Casi equilibrada queda la balanza también con los rescindidos Tosca y Álex Alegría, así como con el traspasado Brasanac (de cumplirse las variables condicionadas). Cuando el Crystal Palace compre a Camarasa, el beneficio será de cinco.