El Betis de Quique Setién se aferra desde la noche del pasado sábado tras su
derrota ante el Sevilla (3-2) a las calculadoras para salvar la temporada y entrar en puestos europeos, con seis partidos y dieciocho puntos por delante para superar
los seis que lo separan de los 49 del sexto, el Valencia.
Noveno clasificado con 43 puntos, a
un Betis depresivo después de la derrota ante el eterno rival en el Sánchez Pizjuán sólo le queda la posibilidad europea después de su eliminación en dieciseisavos de Liga Europa ante el Rennes francés y en semifinales de la
Copa del Rey frente al Valencia.
Los de Setién han ido dejando objetivos en el camino desde el pasado febrero, cuando el 21 cayeron en casa por 1-3 ante el Rennes y desperdiciaron el ventajoso empate a tres de la ida; y el 28
fueron eliminados por el Valencia al perder por 1-0 en Mestalla después de dejarse empatar una ventaja de 2-0 en la ida en el Villamarín.
Después de estas dos decepciones, unidas a la del matiz nada desdeñable de que la final copera se juega en Heliópolis el próximo 25 de mayo, al conjunto verdiblanco
sólo le quedaba el objetivo, remarcado hasta la saciedad por el club
de clasificarse para jugar la temporada próxima en competición europea.Sin embargo, cuando más cerca tenía el objetivo, lo alejó al perder en casa ante el
Getafe (1-2) y, aunque se recompuso al ganar en Balaídos al
Celta (0-1), encadenó dos derrotas ante el
Barcelona (1-4) y la
Real Sociedad (2-1) y un empate en Vallecas ante el
Rayo (1-1) antes de ganar al
Villarreal (2-1) y plantarse en el Sánchez Pizjuán.
La derrota ante el Sevilla, además de los tres puntos perdidos, ha dejado secuelas como la confirmación de que la dirección deportiva no parece haber atinado en el mercado de invierno, como ha reconocido su responsable, Lorenzo Serra Ferrer, con el error de dejar marchar al delantero paraguayo
Tonny Sanabria al Génova italiano.En este mercado llegaron el ilusionante mexicano
Diego Lainez, cuya estrella ha ido declinando al no ser alineado por Setién; el lateral diestro brasileño Emerson Aparecido, una promesa; y el punta
Jesé Rodríguez, cedido por el París Saint Germain y cuya actuación ante el gol frente al Sevilla lo han dejado señalado.
Pese a que Jesé ha demostrado implicación, puesta a punto física y buena parte de las condiciones técnicas que lo llevaron a la élite, no ha solucionado el problema del gol de los de
Quique Setién, ya que sólo ha logrado uno en los trece partidos que ha disputado desde que llegó en enero.
A expensas de lo que ocurra en la final de la
Copa del Rey entre el Barcelona y el Valencia y de la clasificación final de los valencianistas, podría darse el caso de que el séptimo clasificado, puesto ocupado actualmente por el Athletic de Bilbao con 46 puntos, se clasificara para jugar la Liga Europa.
Con estos números y posibilidades los de Setién, y él mismo, tienen ante sí
un primer y exigente examen el próximo domingo en el Benito Villamarín ante el conjunto de
Marcelino García Toral, que se antoja fundamental para saber en las condiciones anímicas en las que está el Betis y sus posibilidades de ser otra vez europeo la próxima temporada.
Tres días más tarde, el conjunto verdiblanco
viajará a tierras valencianas para jugar contra el Levante y, hasta final de Liga, recibirá en casa a
Espanyol y Huesca, y se enfrentará al
Eibar en Ipurúa y al
Real Madrid en el Santiago Bernabéu en el epílogo de un ejercicio cuyo tono actual es la decepción.
Pese a ello, Setién dijo tras la derrota ante el Sevilla que
"siempre" es optimista aunque "es verdad que cuando pierdes las opciones se reducen, es obvio"."Quedan puntos suficientes, hay muchos emparejamientos entre los rivales que nos preceden. Vamos a seguir ahí hasta el final. Ahora tenemos otro partido importantísimo contra el Valencia.
El equipo está bien, está entero y va a seguir así hasta el último día", afirmó el cántabro.