La guerra en la que está inmerso el Betis, por fortuna, no es ésa. El equipo que adiestra Quique Setién apurará en las ocho jornadas que restan de campeonato sus opciones de volver a jugar en Europa la temporada venidera, de lo que depende, en gran parte,
el montante que se dedicará a la confección de la plantilla 18/19. Con todo, los técnicos verdiblancos están
pendientes también de un pulso que se reproduce en las Antípodas de la clasificación y en el que hasta siete escuadras están implicadas. Y lo hacen en Heliópolis por un motivo tan egoísta como justificado:
monitorizar a una serie de futbolistas interesantes que, de perder la categoría los dueños de sus derechos, se convertirían en auténticas 'gangas'.
Empezando por
Maxi Gómez, uno de los delanteros que más gustan a Serra Ferrer y sus colaboradores para potenciar una línea que ha rendido discretamente este curso. Vaya por delante que, con postores tan pudientes como el West Ham y tan atractivos como el Barcelona -donde dicen que su paisano Luis Suárez lo ha recomendado para darle refresco-, será difícil ver al joven uruguayo del Celta con el escudo de las trece barras en el pecho, aunque el hecho de que su cláusula de rescisión baje
de los 50 a los 25 millones de euros en caso de descenso celeste lo convierte en un objetivo tremendamente atractivo para muchos.
El Betis no sólo está pendiente de Maxi, sino también de otros jugadores que, aunque no cuesten más baratos de bajar sus equipos, sí saldrían seguramente con mayor facilidad de ellos, bien por presión propia o bien por el interés de los clubes en hacer caja para rearmarse en pos de la 'operación retorno'. Según ha podido constatar este periódico,
un central, un mediocentro de perfil creativo y un prometedor delantero se encuentran subrayados en la agenda del balear, que ha avanzado poco en esas negociaciones, lógicamente. Y es que, por un lado, los implicados han agradecido el sondeo o el interés por sus servicios, pero casi todos han hecho ver a los emisarios de Serra que están centrados en conseguir la salvación, aparte de que, lógicamente, las condiciones de un hipotético trato en el plano económico variarían considerablemente según el destino de las escuadras en las que militan actualmente.
Toca esperar, pero queda claro que, aparte del mercado del coste cero, proceloso y plagado de 'tiburones' (léase competencia), aunque que ya dio pingües beneficios en la 18/19 con
Pau López y Canales, sobre todo, y en menor medida con
Joel e Inui, el Betis analiza otras alternativas para reforzarse a bajo coste con el fin de afrontar la campaña venidera con las mejores expectativas.
Obviamente, de meterse de nuevo en Europa League o (todavía más claro) en Champions League, la secretaría técnica heliopolitana deberá afinar el tiro, con lo que puede que ya no tuvieran hueco en sus filas algunos de los futbolistas ahora vigilados entre los candidatos al descenso. Eso sí, el trabajo actual de análisis y actualización no caerá en saco roto.
De los cedidos, 'chance' para Aitor Ruibal e InuiEn principio, el Betis espera hacer caja con Camarasa, que se está saliendo en la Premier y por el que se habría interesado el Tottenham, según las últimas informaciones. Quien se acerque más a su cláusula (25 millones de euros) podría llevarse el gato al agua. Ruibal, que ha despertado en Majadahonda, gusta mucho a Setién, que sigue con agrado su progresión. El resto de cedidos, salvo Inui, no cuenta.