Es obvio que el rendimiento de
Takashi Inui en su primera temporada como bético dista mucho de las expectativas generadas. El japonés apenas ha jugado
537 minutos entre las tres competiciones, sin aportar goles o asistencias, más allá del penalti provocado en Santander para que
Sergio León firmara el 0-1 en la ida de los dieciseisavos de la
Copa del Rey. De los últimos nueve duelos oficiales del equipo heliopolitano, el atacante sólo participó en tres: los minutos de la basura en el
Camp Nou (tres, más el alargue), el del
Racing (79') y el liguero con el
Valladolid (60').
Ante esta tesitura,
Inui ha sido uno de los señalados para salir en el mercado invernal, un movimiento que no es deseado ni por el propio interesado ni, mucho más importante si cabe, por parte del entrenador, como ya se apuntó en estas páginas hace unos días. Así se lo ha hecho ver el propio
Quique Setién al extremo y al club, blindando cualquier posible marcha en enero.
El santanderino va a esperar a
'Taka', pues valora sobremanera que se trata de uno de los pocos futbolistas verticales de los que dispone, amén de su polivalencia, calidad y descaro. Entiende el ex preparador de
Las Palmas que un nuevo cambio de aires perjudicaría a
Inui, a quien ve cansado mentalmente tras una larga temporada 17/18 que completó con el
Mundial de Rusia, donde rindió a gran altura.
La llegada a un club nuevo, donde la exigencia es mayor que en el
Eibar, también le ha afectado, pero
Quique está seguro de que el nipón acabará aportando mucho al
Betis este curso. Cree que se trata sólo de cuestión de tiempo y confianza, pero lo ha dosificado, como al resto, atendiendo a criterios de justicia y momento de forma. En breve, llegará su día y, según opina el míster, Inui será determinante con la camiseta de las trece barras.