El domingo de la jornada 11 de
La Liga acabó con un plato fuerte sobre la mesa. Tras la victoria por la mínima del
Eibar y los tres empates cosechados en los partidos posteriores, en el Villamarín llovieron los goles en el
Real Betis – Celta de Vigo para saldarse también en tablas (3-3). Sin embargo, no fue lo único que destacó en la capital andaluza, pues la tensión también se disparó sobre el terreno de juego con el paso de los minutos.
El equipo de
Quique Setién cometió 12 faltas; el de
Antonio Mohamed, 11. No obstante, no fue esta la causa de las seis amarillas y las tres expulsiones que muestra el acta del colegiado
Xavier Estrada Fernández. Según indica el documento del Comité de Competición de la Federación Española (
RFEF), tan solo dos amarillas fueron por motivos del juego: la de
Juncá y la de
Yokuslu, por “derribar a un contrario en la disputa del balón de forma temeraria”. Otras tres las vio el conjunto verdiblanco, concretamente
Canales,
Junior y
Mandi, por “mostrar disconformidad” con las decisiones del árbitro, ya sea con palabras o gestos. Y por último,
Joaquín, cuando aún estaba calentando también fue apercibido por “encararse, sujetando, a un técnico del equipo adversario que había sido expulsado previamente cuando el juego se encontraba detenido”.
Junto al centrocampista portuense, entraron igualmente en la polémica del partido los dirigentes y técnicos de sendos conjuntos. Estrada, en el minuto 65, expulsó al preparador físico del Real Betis,
Marcos Álvarez, y al del Celta de Vigo,
Carlos Claudio Kenny, debido a: “Discutir y encararse con un técnico del equipo adversario cuando el juego se encontraba detenido originándose una tangana entre ambos equipos”. Ambos dicen así ‘adiós’ a la próxima jornada liguera, en la que el Betis se enfrenta al
Barça y el Celta, al
Real Madrid.
Cuatro minutos después, el señalado fue
Antonio Mohamed, entrenador del equipo gallego, ya que “tras la consecución de un gol de su equipo, se dirige de manera provocadora, a celebrarlo mirando al banquillo local, gesticulando ostensiblemente y diciendo: "Y los balones, y los balones", según indica el acta arbitral. Sin embargo, el propio técnico en rueda de prensa tuvo la oportunidad de defenderse: “Yo no falté al respeto a nadie, solamente me quejé porque escondieron los balones y no es juego limpio ganando 2-0. Y cuando nos pusimos 2-2 les dije que los escondieran ahora. Me expulsaron por eso. El Betis con lo bien que juega no tiene necesidad de esconder los balones”. Por este motivo, el
Celta recurrirá su expulsión ante el
RFEF para que pueda estar en el banquillo durante el partido ante el Real Madrid en Balaídos.