Siendo objetivos, el punto en El Pireo
no se puede dar por malo, sino todo lo contrario. Con el Milan como favorito, todo apunta a que
Betis y Olympiacos se jugarán la segunda plaza del Grupo F, pero lo cierto es que el empate a cero deja las mismas sensaciones que dejó la visita a Mestalla: que
el Betis ha encontrado su forma de jugar, un estilo que, además de vistoso, le permite dominar a los rivales con una abrumadora superioridad, pero al qu
e le falta la chispa para terminar de funcionar.
Y el gol sigue sin llegar. El del derbi es, hasta el momento, el único que han anotado los verdiblancos. Un paupérrimo bagaje que, eso sí, compensa con un elevado nivel defensivo (sumó su cuarto partido sin encajar).
Puede que sea cuestión de tiempo, pero en una temporada tan exigente el margen para la espera es mínimo.
El guión del encuentro siguió la estela del encuentro de Mestalla, aunque con diferentes protagonistas, sin alterarse lo más mínimo ni el estilo ni la propuesta. Setién introdujo hasta ocho cambios en el once con respecto al que jugó ante los ches. La portería pasó a manos de
Joel Robles, que hizo méritos más que suficientes para 'ganarse' la Europa League; en la línea de tres, dio descanso a Bartra y sus primeros minutos a Javi García, que actuó en el eje de la defensa junto al intocable Mandi y Sidnei, que buscaba continuidad a las buenas sensaciones que dejó unos días antes. En los costados, Barragán, que no jugaba desde la primera jornada ante el Levante, ocupó el carril derecho, con Tello por la izquierda, en detrimento de Junior, que venía de jugarlo absolutamente todo desde que comenzó la temporada; como Guardado, que, junto a Lo Celso fortalecieron el centro del campo y, por ende, dieron más libertad para la subida de los laterales. Por delante, Joaquín y Loren escoltaban a
Sergio León, principal referencia ofensiva anoche en el infierno heleno, donde el Betis no se amilanó. Más bien al contrario. Los heliopolitanos saltaron al Karaiskakis con personalidad ante un Olympiacos que comenzó presionando muy arriba. Presión que el Betis superó gracias a Lo Celso, impecable hasta que le duró la gasolina en la zona ancha. El argentino ofrecía soluciones en la salida de balón y se movía con inteligencia y peligro entre líneas. De él nacía principalmente el peligro del Betis. A los griegos les costó ubicarlo y su equipo supo sacarle partido. De sus botas nació la primera y mejor ocasión verdiblanca en la primera mitad. El internacional albiceleste intuyó el movimiento de Joaquín y éste el desmarque de Loren, pero Tsimikas rozó lo justo para desviar el balón a córner en el último momento.
Los griegos capeaban el temporal y su técnico no tuvo más remedio que intentar frenar el baño táctico tirando de banquillo a la media hora, sentando a Bouchalakis -que llevaba minutos coqueteando con la expulsión- y dar entrada a Natcho para intentar recuperar el control del centro del campo.
Con el cambio, el Olympiacos dio un paso al frente y ganó velocidad y verticalidad e incluso estuvo a punto de ponerse por delante a cinco del descanso, pero apareció Joel, que compensó sus nervios con los pies despejando con una gran estirada un disparo de Podence, que se había plantado con relativa facilidad en el área verdiblanca.
Respondió el Betis tres después, con una jugada marca de la casa, pero Loren no llegó al centro de Barragán desde la banda tras una buena combinación global.
Se desinflóTras el paso por los vestuarios, bajó considerablemente el ritmo del partido, el Olympiacos renunció abiertamente a la pelota y el Betis no encontró la profundidad que se le demanda. Con los rojiblancos pertrechados atrás, a los de Setién les estaba constando encontrar los espacios y no andaba tan fino ni en el pase ni en la elaboración con un Lo Celso exhausto. Fue entonces cuando Joel Robles se erigió en protagonista y sostuvo al equipo. El meta getafense sacó en el 51' una mano prodigiosa ante Fetfatzidis. La réplica la dio a renglón seguido Loren, pero su remate de cabeza se marchó desviado, tras una buena combinación
entre Joaquín y Lo Celso. Y, cinco después, de nuevo evitó que el Betis se volviese de El Pireo de vacío con una parada imperial a Medy Camara.
Ni la entrada de Canales e Inui ni la expulsión de Tsimikas en el 73' cambiaron el signo de un partido en el que el Betis volvió a dominar, volvió a desplegar un buen fútbol, pero también volvió a acusar su falta de profundidad y gol.
Aunque la historia hubiese sido distinta si Loren, en primera instancia, o Sanabria, después, hubiesen acertado a rematar un centro de Tello en el 94'.
- Ficha técnica:
0 - Olympiacos: Giannotis; Elabdellaoui, Meriah, Vukovic, Tsimikas; Camara, Bouchalakis (Natcho, min. 36); Fetfatzidis (Lazaros, min. 71), Fortounis, Podence (Torosidis, min. 80); y Ahmed Hassan.
0 - Real Betis: Joel Robles; Barragán, Mandi, Javi García, Sidnei, Tello; Guardado, Lo Celso (Inui, min. 83), Joaquín (Sanabria, min. 80); Sergio León (Canales, min. 71) y Loren.
Árbitro: Daniel Stefanski (Polonia). Expulsó por doble amonestación al griego Tsimikas (min. 32 y min. 73). Mostró tarjeta amarilla al local Bouchalakis (min. 21) y a los visitantes Canales (min. 75) e Inui (min. 85)
Incidencias: Partido correspondiente a la primera jornada del grupo F de la Liga Europa disputado en el estadio Yoryios Karaiskakis de El Pireo. Alrededor de 35.000 espectadores.