Que
Giovani Lo Celso haya sido el
'Plan B' del
Betis para poner la guinda a su plantilla habla de lo bien que ha trabajado la secretaría técnica verdiblanca, con
Serra Ferrer al frente, a lo largo del verano. Por más que luego sean los resultados los que pongan a cada cual en su sitio, las contrataciones de futbolistas como
Inui, Canales, William Carvalho o el propio centrocampista argentino son, a priori, garantía de rendimiento.
Llamar 'Plan B' a un futbolista que en su primera temporada completa en
Europa disputó 48 partidos en todo un PSG a las órdenes de un entrenador tan exigente como
Unai Emery puede parecer un menosprecio. Nada más lejos de la realidad para un futbolista por el que el
Betis no ha dudado en ir cuando se ha puesto a tiro y ante las dificultades que ha puesto el
Barcelona para el préstamo de
Rafinha. El italo-argentino ha aterriza en la mañana de hoy en San Pablo para cerrar los últimos detalles de su contratación. Aún tiene que pasar el reconocimiento médico y cerrar algunos detalles para que se dé oficialidad a su incorporación.
Una vez que se recorten todos los flecos para su fichaje, Lo Celso jugará como cedido por la entidad parisina con una opción de compra de 30 millones de euros, el triple de los que pagó el
PSG a Rosario en 2016 para hacerse con el futbolista de 22 años, que es internacional argentino y formó parte del elenco de la Albiceleste en el pasado Mundial de Rusia.
Lo Celso ha aumentado sus registros en París de la mano de un Emery que ha pulido a un jugador que se inició como mediapunta y ahora se adapta a todos los perfiles de la medular del equipo de
Quique Setién, ya sea como pivote, interior o enganche.