Un ex del Betis es el 'infiltrado' ruso

Un ex del Betis es el 'infiltrado' ruso
Paulino Granero trabajó en el Betis de la mano del entrenador Antonio Tapia. - Ignacio Ortega
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Los rusos son los que más corren en este Mundial. Y la respuesta la tiene un exbético, Paulino Granero. El almeriense, preparador físico del Betis en la etapa de Antonio Tapia, llegó a la anfitriona del Mundial de la mano de Fabio Capello y el rendimiento de la locomotora rusa contra la 'Roja' dependerá de su trabajo.
 
Granero, de 48 años, soñaba con una final entre rusos y españoles, pero el destino ha querido que España se vuelva a cruzar en el camino del equipo eslavo como ocurriera dos veces en la Eurocopa de 2008. En lo que sí acertó es en que los jóvenes del equipo ruso, en particular Alexandr Golovín, pretendido por media Europa, tenían mucha hambre.
 
Presume de que tres futbolistas rusos son los que más kilómetros hicieron de media en la primera semana del torneo.
Esa es la principal ventaja del equipo anfitrión. El despliegue físico y las transiciones rápidas. A sus 22 años Golovín -casi 12 kilómetros por partido- parece llegar a todas partes y Gazinski es como un coche escoba.
 
"Chéryshev ha llegado muy bien al Mundial. Está muy bien físicamente. En cada entrenamiento está a un nivel altísimo. Por eso no me sorprende lo que está haciendo", señaló Granero tras el partido inaugural de Rusia 2018 ante Arabia Saudí.
 
Chéryshev, al que por primera vez en su carrera parecen respetarle las lesiones, confirmó las palabras de su preparador, ya que volvió a ser el mejor jugador ruso ante Egipto y ahora es una de las principales amenazas para el equipo español.
 
Madridista de corazón y con una eterna sonrisa en su marcado rostro sureño, Granero es muy querido por los internacionales rusos, aunque los veteranos le acusan de sacarles la bilis en los entrenamientos.
 
Hizo sus primeros pinitos en El Ejido, trabajó en el Betis y probó suerte en Arabia Saudí, hasta que recibió la llamada del CSKA de Moscú. Granero llegó a este país en 2010 tras la destitución de Juande Ramos como técnico del CSKA y desde entonces trabaja para el que fuera el equipo del Ejército ruso.
 
Con el equipo moscovita ha ganado tres ligas, dos copas y se ha clasificado regularmente para la Liga de Campeones. Mientras, con la selección nacional rusa ha participado en la Eurocopa de Francia 2016, donde los rusos fueron apeados en la primera fase, y ahora, en la Copa del Mundo.