En el
Betis siguen con atención el minuto a minuto del ‘
caso Pau López’, que se vive con intensidad en el seno de un
Espanyol que cada día es más pesimista sobre sus opciones de alcanzar un acuerdo para la renovación del portero catalán; especialmente, después de que la primera cita entre el club y el representante del futbolista, Albert Botines, sólo sirviese para poner aún más de manifiesto lo lejanas que están las posturas entre las partes.
Esta reunión tuvo lugar el lunes pasado, antes del partido entre Espanyol y Getafe, y según los principales medios deportivos de Catalunya, sólo sirvió para acentuar las discrepancias, sobre todo en el plano económico. Pau López es uno
de los peor pagados de la plantilla perica y, aunque la oferta que tiene sobre la mesa -de algo de un millón de euros y de cuatro temporadas-, cuadriplicaría su ficha actual, está lejos de satisfacerle; lo que hace sospechar al club de que Pau ya podría haberse comprometido con otro club para llegar como agente libre en julio.
Desde su entorno apuntan a que el meta gerundense cuenta con ofertas de clubes nacionales y extranjeros, seducidos por su gran rendimiento este curso, cuando aprovechó una lesión de
Diego López para hacerse con una titularidad que no ha soltado con la recuperación del gallego.
El director deportivo blanquiazul,
Jordi Lardín, ha fijado las fechas navideñas como límite para seguir intentando convencer a Pau López, al que incluso ha amenazado de manera pública con
pasar en la grada toda la segunda parte de la temporada si no renueva.
El interés del Betis fue uno de los más madrugadores y en las oficinas del
Benito Villamarín consta que fue recibido con agrado por el cancerbero, que por aquel entonces aún partía como teórico suplente y que ha ido sumando más pretendientes una vez que se ha convertido en una pieza fija en las alineaciones de
Quique Sánchez Flores.