Es una tarea casi imposible encontrar análisis positivos después de encajar un 5-0 ante un rival teóricamente inferior, pero la explicación de lo que le pasó al Betis en Ipurua va mucho más allá de los errores defensivos. Y es que, el lunes tampoco funcionó el ataque. En encuentros como el de Anoeta, ante la Real Sociedad, los de Setién también estuvieron calamitosos atrás, pero lo compensaron con su pegada arriba y acabaron rascando un punto con el 4-4 final.
Incluso ante el Valencia, pese a caer 3-6, se puede decir que no le fue del todo mal jugar a intercambiar golpes, pues tras ir perdiendo 0-4 se puso 3-4.
En Eibar, en cambio, el
Betis se quedó sin marcar por tercera vez en las 12 jornadas disputadas (las otras dos fueron en las visitas al Barcelona (2-0) y al Espanyol (1-0)).
Los verdiblancos tuvieron muchos problemas para superar la defensa vasca y cuando lo consiguieron, como en las dos ocasiones claras de
Sergio León, falló la puntería, llamando la atención que sólo rematasen cuatro veces y que ninguno de sus disparos fuese entre los tres palos.
Unos datos negativos que, sin embargo, no quitan que el Betis sea el sexto máximo realizador del campeonato con 21 dianas (una media de 1,75 por partido), sólo por detrás de
Barça, Valencia, Real Sociedad, Celta y Real Madrid, que sólo ha anotado un tanto más que los béticos.
Además, otro aspecto que no funcionó en Eibar fueron los cambios, algo en lo que Setién también estaba sobresaliendo. Lo demuestra el hecho de que el Betis sea el tercer equipo de LaLiga que más goles anota tras los cambios de su entrenador, sólo por detrás de
Valencia y Barça, con una media de 2,73 goles por cada 90 minutos de juego tras la primera sustitución, según la cuenta especializada de Twitter @FutbolAvanzado.
El partido ante el Getafe fue el más claro ejemplo, con los goles de Sanabria y Ryad Boudebouz, ambos suplentes, que sirvieron para rescatar un punto. También contribuyó a ello el tanto de Sergio León en Anoeta, y no dieron rédito pero sí esperanza los de
Campbell y Tello, que salieron en la segunda mitad frente al Valencia.
En Ipurua, en cambio, Setién llegó tarde. No movió nada en el descanso, con 2-0 en contra, y cuando tenía preparados en la banda a
Guardado y Sanabria, cuya entrada pospondría finalmente, le cayó el tercero y la rigurosa expulsión de Mandi. Lo dicho, demasiado tarde.
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