El beticismo es un sentimiento tan mayúsculo que, inevitablemente, toca ambos extremos con facilidad. Guardado ha sido una de sus víctimas más tempranas. Y es que, tras la enorme expectación que despertó el fichaje del mexicano, su actuación en Barcelona en la jornada inaugural generó algunas críticas. Anoche, con todo, la opinión positiva fue unánime, ya que el ex del PSV ofreció un recital en la posición en la que terminó en el Camp Nou.
Con Javi García como pivote, el brillo de Andrés como interior invita a no moverlo de ahí. Omnipresente, el dorsal 18 se entendió a la perfección con Camarasa y exhibió su clarividencia entre líneas, asistiendo en los dos goles de su equipo y poniendo otra media docena de balones en ventaja a los atacantes. Incluso, pudo coronar su soberbia actuación con un gol, pero Sergio Álvarez se lució cuando el azteca peinó un enorme servicio de Joaquín. Una puesta de largo impecable, sin lugar a dudas, la de Guardado en el Villamarín.