La
hoja de ruta de la planificación verdiblanca ha ido variando con el paso de los días, hasta el punto de que, a cuatro semanas para el cierre del mercado, el guion ideal respondería al cierre del capítulo de incorporaciones con diez (las siete ya cerradas, más
Javi García, Boudebouz y un atacante versátil), más las salidas en diferentes fórmulas de
Digard, José Carlos, Zozulia, Nahuel y puede que Mandi o Fabián. Queda, por ende, mucho trabajo por delante, si bien existen gestiones avanzadas tanto para completar los fichajes como para desalojar a los descartes de Setién.
El aterrizaje del pivote defensivo y el medio creativo con caída a banda, representados perfectamente por las '
opciones A' ya referidas arriba, se consideran prioritarias, amén de condicionar el previsible movimiento final en la vanguardia. Porque, aunque estaba previsto que llegaran otro hombre por dentro para la sala de máquinas
(Pasalic), un extremo derecho y un delantero centro, se antoja probable que únicamente haya un movimiento más, con el nombre del mexicano
Carlos Vela como gran exponente, ya que puede actuar en los costados y como referencia arriba.
Precisamente por la imperiosa necesidad de atinar, en
Heliópolis no desean precipitarse. Además, si bien es cierto que por ahora el gasto en fichajes es inferior a los ingresos por ventas (cuatro millones de saldo positivo), la partida destinada a los sueldos de los futbolistas, que se incluye en el presupuesto total para el área deportiva, se incrementó también notablemente. No en vano, pese a liberarse de una ficha alta como la de
Rubén Castro (que cobrará 2,5 millones de euros netos por cinco meses en China), han llegado otras, incluso, superiores, como las de
Guardado y Tello. De confirmarse los aterrizajes de
Boudebouz y Javi García, la masa nominal del
Betis se incrementaría notablemente, por lo que habría que vigilar a quién se contrata después como atacante para no incumplir el tope fijado por
LaLiga a cada equipo de Primera división. Encima, el murciano arribaría seguramente con la carta de libertad, no así el franco-argelino, por cuyo traspaso habrán de desembolsarse entre siete y ocho millones y medio de euros, dependiendo la fuente.
En este contexto se explican las gestiones heliopolitanas con el
Atlético de Madrid para obtener alguna cesión interesante, lo que propiciaría la posibilidad de apartar una cantidad reseñable, que aumentaría con el ahorro de fichas logrado con la reubicación de los descartes, para acometer la contratación de una hipotética 'ganga' de finales de agosto. Con todo, el
Betis no quiere fiarlo todo a esa carta o al posible retorno en enero de
Rubén Castro, sino que está decidido a contratar un atacante de garantías antes del 31-A.
El que más gusta sigue siendo
Vela, por el que se echará el resto si se pone en precio -la Real sigue sin rebajar sus pretensiones- o se caen
Boudebouz y/o
Javi García. De no encajar en los límites económicos, llegará otro.