El Betis de Quique Setién
quiere ser más vertical y ampliar el campo. Los gustos del técnico cántabro y los últimos movimientos de la secretaría técnica apuntan que el equipo se acercará más a la cal, poniendo fin de este modo a una etapa en la que
el puesto de extremo estaba en peligro de extinción. No en vano, a día de hoy y a la espera de que lleguen a buen puerto las gestiones que tiene avanzadas con
Cristian Tello (Barcelona) y Carles Gil (Aston Villa), el único extremo en nómina para la temporada 2017/2018 es el capitán, Jo
aquín Sánchez, quien a pesar de que conserva intacta su calidad, a sus 35 años ya no dispone de la chispa, la velocidad y el regate que le situaron como uno de los mejores extremos derechos de Europa y busca más a menudo moverse por zonas interiores. Y es que la cesión de Nahuel Leiva, del Villarreal, no ha sido positiva ni para el Betis ni para el hispano-argentino, que no contó
ni para Gustavo Poyet ni para Víctor Sánchez del Amo y ha vivido un ostracismo que le ha costado quedarse fuera de la Eurocopa sub 21 que se está celebrando ahora en Polonia.
Su préstamo era por dos años, pero no seguirá en Heliópolis; como
tampoco Álvaro Cejudo, un comodín al que se le vio por diversos puestos. Antes, en el mercado invernal de fichajes, abandonó el club el joven
Charly Musonda, que optó por volver al Chelsea tras no encontrar la continuidad de la que sí había gozado en la segunda fase de la 2015/2016 con Juan Merino en el banquillo de la avenida de La Palmera.
En el innegociable 1-5-3-2 de Víctor no había sitio para los hombres de banda, algo que cambiará de manera radical con el fichaje de Setién para las tres próximas temporadas, lo que viene a explicar por qué en las últimas semanas han sonado tantos extremos.
Algunos no han pasado de meros sondeos u ofrecimientos, como el supuesto interés del que se habló al final de Liga por el marroquí
Mehdi Carcela-González, a quien el descenso del Granada colocaba en el mercado por 2,5 millones, o más recientemente el deportivista
Ola John, a quien un intermediario puso sobre la mesa del Benito Villamarín, donde descartaron al holandés. Algo similar ha ocurrido con
Burgui, canterano del Real Madrid que estuvo en la agenda de Macià y de Torrecilla, pero por quien el club bético nunca ha llegado a apostar de una manera real.
También han sido situados los heliopolitanos tras la pista de jóvenes como el rayista
Adrián Embarba (25 años), por quien en Vallecas no lo pondrían nada fácil, y el cordobés del Villarreal
Alfonso Pedraza (21 años), quien después de salirse en sus cesiones en el Lugo y el Leeds United volverá a salir a préstamo tras renovar hasta 2021 con el ‘Submarino’ amarillo. El Betis no le quita ojo, aunque no es el único. De hecho, ayer publicaban en Castellón que el Alavés ha pedido su cesión; algo que ya había hecho también el Levante.
Seguimientos, tanteos o sólo rumores que demuestran que en la agenda de Serra Ferrer hay apuntados numerosos extremos para abrigar el 1-4 3-3 que tanto le gusta usar a Quique Setién.
Los dos primeros nombres de esa lista, como viene informando este periódico, son los de Critian Tello y un Carles Gil cuyas llegadas son más que compatibles.
Por el valenciano también suspiraba un Deportivo que pidió otro año de cesión al Aston Villa y que le da por perdido.
Tanto es así, que el diario deportivo coruñés
Dxt Campeón le ve muy cerca del Betis e informaba ayer de que ahora el Depor irá a por
Álvaro García, del Cádiz, que es otro de los puñales que ha sonado para el Betis, al que Pepe Mel sigue desde hace años (desde que despuntaba en las filas del Racing de Santander) y al que ha visto en directo hace poco.