Después de aplazarse una semana para que las partes intentaran llegar a un acuerdo extrajudicial, que no se ha alcanzado, se ha reanudado en la Sección Tercera de la Audiencia de Sevilla el juicio al expresidente del Real Betis, Manuel Ruiz de Lopera, para quien la Fiscalía de Sevilla solicita tres años de cárcel por un presunto delito de apropiación indebida en su gestión del club. Lopera se ha acogido a su derecho constitucional a no responder a las preguntas del Ministerio Público y del resto de partes personadas.
Lopera únicamente ha contestado a la cuestiones planteadas por su abogada, Encarnación Molino, a la que ha dicho que "yo no me he enriquecido con el Betis, al contrario, me ha costado muchísimo dinero. Nunca he tenido un sueldo en el Betis. Mi objetivo era luchar y pelear por el bien del club. No le he querido causar ningún perjuicio al Betis, antes me muero".
"Hemos
avalado más de 300 millones de euros", ha dicho Lopera, que también ha aseverado que ha "tenido que poner fincas y garantías para salvarle la vida", precisando que puso todo el dinero de su "bolsillo", todo ello a lo largo de una declaración en la que se ha referido a los avales que tuvo que hacer para acometer fichajes como los de
Denilson,
Benjamín,
'Ito' o
Alfonso, mil millones de pesetas de aquella época. Importantes fichajes, y no los de ahora, con perdón".
Lopera ha indicado también que "nunca tuve intención de ser directivo del club. Tuve que poner garantías para salvarle la vida al Betis, que tenía que entrar en el plan de saneamiento. Nadie quería las acciones y tuve que venderlas por todos los pueblos y peñas. La situación económica en 1992 era malísima. Estaba vendido el estadio a una empresa de uno de los accionistas más importantes del Sevilla, Rafael González de Caldas".
El expresidente y máximo accionista del club, también ha afirmado que era él quien "tenía que pagar los viajes porque no había dinero ni para viajar. Los bancos no le daban nada. Hacía contratos de seis o siete años a los futbolistas porque el 40 por ciento era en derechos federativos y el 60 por ciento restante en derechos de imagen. Si algún jugador no rendía, se le advertía de que sólo cobraría los derechos federativos".
Lopera mantiene que no se ha enriquecido con el Betis: "Mientras estuve al frente del Betis se han manejado muchos millones y no se devolvió ningún pagaré. En todos los bancos se conocía la existencia de Tegasa y Encadesa. Sin tener nada que ver con el Betis le regalaba televisores a los jugadores. Nunca había nada que ocultar en las cuentas de las juntas de accionistas. Estoy embargado por el Benfica y el Zaragoza. Si no lo avalaba Lopera, no se fichaba a ningún jugador".
Finalmente, Lopera ha aclarado que "Guillermo Molina, Javier Páez y Ana María Ruiz seguían mis instrucciones. Yo no he aumentado mi patrimonio ni he tenido nunca un sueldo del Betis. Podría haber hecho un estadio como el del Sevilla, de 44.000 espectadores, pero hice uno con tres anillos".
Joaquín Adorna4 min lectura