El centrocampista holandés
Rafael van der Vaart ha terminado la primera de sus dos temporadas en el Midtjylland danés, donde juega cedido por el Betis, envuelto en la polémica por no festejar en el césped con sus compañeros un triunfo que clasifica a su equipo para la previa de la
Liga Europa.
El exjugador del Ajax, Hamburgo, Real Madrid, Tottenham y
Betis, que ha estado varios meses lesionado, estuvo calentando media hora en el triunfo de su equipo anoche contra el Randers (3-0), pero al final no salió al campo, y al acabar el partido, se marchó directo a vestuarios, un gesto que no ha gustado al club danés. "Todos deben ser parte de los triunfos. En nuestro club nadie está por encima del equipo, tampoco Rafa. Esperaba que se quedara en el campo a festejar con los otros, pero por desgracia no lo hizo. Ahora tenemos vacaciones, pero claro que hablaré con él de esto", declaró su entrenador, Jess Thorup, al canal danés TV3+.
Van der Vaart, de 34 años, llegó el verano pasado al
Midtjylland tras un paso fugaz por el Betis, donde llegó como fichaje estrella pero pasó una temporada casi en blanco. Su decisión de irse a una liga menor como la danesa obedece a que su actual pareja juega en el
Esbjerg de la máxima categoría del balonmano de este país nórdico. Pero a pesar del currículum y la calidad del internacional holandés de origen español, sus problemas físicos le han impedido estar cerca de su nivel y apenas ha dejado algunos detalles en una temporada donde solo ha jugado 18 partidos y marcado dos goles.
Thorup aseguró que
Van der Vaart se ha entrenado bien las últimas semanas tras recuperarse de la lesión, pero que no lo sacó ayer porque necesitaba a alguien más rápido, aunque resaltó que cuenta con él para la próxima temporada. "Como se ha dicho antes, él es claramente la gran estrella de la liga, pero debemos aceptar -y la gente lo vería si viniese a los entrenamientos- que no está al cien por cien. Creemos en él y queremos darle las mejores condiciones para que entre en el equipo", afirmó el técnico danés.