La llegada de
Lorenzo Serra Ferrer como vicepresidente deportivo al
Betis además de ser un golpe de efecto de
Haro y
Catalán de cara a la junta extraordinaria de accionistas del próximo 29 de junio, ha sido un mazazo para
Miguel Torrecilla, director deportivo del Betis. Con el desembarco del de Sa Pobla en Heliópolis, el salmantino prácticamente ha desaparecido de la vida pública del Betis.
Un giro de los acontecimientos que parece no ha sentado nada bien al ex director deportivo del Celta, curiosamente
así lo desveló el candidato a la presidencia del Betis Rafael Salas hace unas semanas. Tanto es así que Torrecilla dedició el pasado jueves poner su cargo a disposición de los dirigentes verdiblanco, según informa hoy
Diario de Sevilla.Según esta información, la directiva bética le dio unos días al salmantino para que se pensara su decisión, pero
Torrecilla es consciente que su situación en el Betis no tiene nada que ver con la del año pasado. Por ejemplo, en la presentación de
Quique Setién Torrecilla ni siquiera estuvo en la sala de prensa, pero sí tanto Haro como Serra, que se sentaron junto al técnico. Sí viajó con
Serra a Las Palmas para una primera toma de contacto con Setién, pero tampoco estuvo en Madrid, donde se cerró definitivamente la contratación del preparador verdiblanco.
Torrecilla se siente en un segundo plano, ya no es el hombre importante en la planificación deportiva del
Betis, y aunque le restan tres años de contrato, parece que tiene los días contados en el Betis.