El
Betis manejará un presupuesto para fichajes ligeramente superior al del curso pasado. Al menos, las previsiones iban en ese sentido, si bien la cantidad final dependerá de las salidas (tanto las previstas, léase la de Piccini, como otras inesperadas) y del reajuste en los ingresos televisivos que derive de la discreta clasificación final, matizada con el previsible aumento de socios por la
remodelación del Gol Sur. En principio, sea como fuere, se espera reunir un montante suficiente para dar el salto de calidad pretendido en una plantilla que, según la hoja de ruta marcada, sólo necesitaría 5-6 retoques (más los heredados por las mencionadas bajas inesperadas), aunque habrá que conjugar ese guion con el que impongan bien
Lorenzo Serra Ferrer, bien
Alfonso Pérez Muñoz, uno de los cuales comandará la próxima planificación.
En cualquier caso, huelga decir que
Miguel Torrecilla, confirmado por ambas candidaturas como director deportivo, deberá afanarse en la búsqueda de un
lateral para cada perfil, ya que Piccini ha sido ya vendido al Sporting Club portugués, al tiempo que
Álex Martínez termina contrato y no renovará. Por ende,
Rafa Navarro y
Durmisi (el danés, con posibilidad de salir si llega una propuesta importante de traspaso) quedan como únicos futbolistas natos en esas demarcaciones. En un principio, el plan pasaba por realizar las mayores inversiones veraniegas en un pivote, un central y un delantero, aprovechando que acaban contrato futbolistas interesantes en ambos costados, aunque la realidad dicta que, salvo sorpresa, habrá que pagar para hacerse con recambios de garantía para los que se van.
Y es que los preferidos para los laterales (el diestro
Kiko Femenía y el zurdo
Sead Kolasinac) parecen tener ya destino en la Premier League, al tiempo que las alternativas no acaban de convencer por distintos motivos. Así las cosas, el alicantino, que ha firmado dos grandes temporadas en el Alavés y afianzado su reconversión desde el puesto de extremo, lo tendría todo acordado con el
Watford, después de romper su acuerdo verbal con el
Valencia tras la marcha de
García Pitarch, al tiempo que el germano-bosnio, que no ha renovado con el
Schalke 04, podría firmar en los próximos días u horas hasta 2022 con el
Arsenal.
Libres tanto Femenía como Kolasinac, primas de fichaje aparte, el Betis planeaba ofrecerles fichas relativamente altas para convencerlos, si bien habría llegado tarde o se habría quedado atrás en la pugna. Ahora, tocaría valorar los otros seguimientos/ofrecimientos, que en la banda derecha pasarían por el almeriense
Ximo Navarro (que se ha asentado en los últimos meses como central) o el hispano-uruguayo de Estudiantes
Aguirregaray, mientras que en la izquierda no disgustan el céltico Carles Planas ni el grancanario Dani Castellano, con aval de Setién incluido este último, pero el historial de lesiones, especialmente del amarillo, desaconsejan confiarle la competencia de Durmisi o, en caso de que éste sea vendido, una presunta titularidad en verdiblanco.
Según ha podido saber ESTADIO Deportivo, Miguel Torrecilla continúa peinando el mercado y analizando la posibilidad de que un jugador con contrato en otro club pueda llegar a coste asequible. Y, desde hace unos días, vuelve a tener sobre la mesa el nombre de un viejo conocido:
Toño. Sondeado el pasado verano tras el descenso del Levante, una lesión de relativa gravedad en las postrimerías del curso y la oportunidad de mercado que supuso Durmisi frustraron la llegada del ex del Recre, que ha vuelto a ser clave en el regreso granota a la elite y que, de nuevo, no vería con malos ojos el desembarco en Heliópolis.
El valenciano tiene dos años más de contrato en Orriols, pero su precio, teniendo en cuenta acontecimientos recientes que demostraron su compromiso, distaría mucho de lo que se recoge en su cláusula de rescisión, que rondaría los
diez millones de euros. Y es que Toño no puso problemas a la rebaja (firmada, por otra parte, como ocurría con muchos de sus compañeros) de prácticamente el 50% de sus emolumentos por mor del descenso a Segunda división, rechazando las ofertas que manejaba, tanto de España como del extranjero, antes y después de este cambio de categoría que también abarataba el coste de su salida. No quiso aprovecharse de ello este solvente
lateral izquierdo de 27 años y 1,79 que totaliza más de 2.600 minutos en lo que va de la temporada 2016/2017, merced a 30 encuentros ligueros y uno de Copa del Rey, desbancando a un
Abraham Minero que comenzó siendo el titular en el máximo favorito al ascenso a Primera, que terminó cumpliendo sobradamente con las expectativas y cantó pronto el alirón.