Nahuel aún no conoce el triunfo como bético

Cuando, el domingo, Víctor levantó su mano y le hizo señales para que se acercase al banquillo y se preparase para entrar al terreno de juego, Nahuel llevaba un total de 72 días sin sentirse futbolista; tiempo en el que había visto desde la grada, desde su casa o, en el mejor de los casos, desde el banquillo, hasta 12 partidos seguidos del Betis.

Matías Nahuel Leiva jugó la última media hora del encuentro ante el Alavés tras pagar muy caro su tremendo error en Granada. En Los Cármenes estuvo sólo cuatro minutos sobre el campo en los que le dio tiempo a salir en la foto de uno de los goles encajados y vio la roja directa por un infantil bofetón al jugador nazarí Andreas Pereira por el que le cayeron dos partidos de sanción, y otros 10 que le impuso Víctor.

Al extremo hispano-argentino, cedido por el Villarreal dos años, no le está yendo nada bien en Heliópolis. Primero, por su ostracismo, pues en todo el curso sólo lleva 143 minutos de juego repartido en ocho choques. Y, sobre todo, por los resultados. Su última aparición fue en un 4-1, su vuelta coincidió con otro 1-4 y, para colmo, fue recibido con pitos a pesar de que el Betis ya perdía 1-3 cuando sustituyó a Mandi. Además, todavía no conoce la victoria como futbolista bético. De sus ocho partidos este año, seis terminaron con derrota de su equipo y dos con empate.