Pintiparada jornada, la 32, para los de Heliópolis, que a su triunfo por 2-0 ante el
Eibar en el Benito Villamarín sumaron, también, la derrota de todos sus perseguidores, amén de un
Deportivo de La Coruña, a tres puntos de distancia y dos posiciones por debajo, que, pese a su triunfo, le hizo un favor a los de
Víctor Sánchez del Amo, endosándole un 2-0 en Riazor al
Málaga, que es decimocuarto con 34 unidades, a sólo un punto de distancia del conjunto verdiblanco.
Un triunfo ante el conjunto armero que no sólo sirvió para poner freno a la racha de tres derrotas consecutivas (
Espanyol,
Villarreal,
Las Palmas), sino que también tiene un efecto balsámico, al sellar virtualmente la permanencia del equipo y convertirse en un balón de oxígeno para su entrenador,
Víctor Sánchez del Amo, jugadores y directiva tras una temporada más que mediocre y tres derrotas consecutivas.
Los dos goles logrados en el Benito Villamarín sirvieron para alejar fantasmas y para que el
Betis se coloque, a falta de seis partidos para el final, con 34 puntos a doce de los puestos de descenso. La semana había sido movida por la imagen ofrecida por los de
Víctor en los últimos encuentros y ello tuvo su traducción en los pitos generalizados hacia todo y todos, fundamentalmente al entrenador y directiva, antes del partido ante el
Eibar.
Por ello, los puntos logrados ante los eibarreses tienen la importancia de poner tierra de por medio con los puestos de abajo que marcan
Sporting de Gijón,
Granada y
Osasuna; de calmar aguas revueltas en la afición y de ofrecer tranquilidad para planificar lo que resta de competición y también la próxima temporada. Pese a que
Víctor fue ratificado el pasado marzo por el director deportivo de la entidad,
Miguel Montes Torrecilla, no han sido pocas las voces y pancartas en la grada que han solicitado que no lo haga, clima y estado de ánimo que se ha podido atenuar tras la victoria ante el
Eibar, eso sí, a la espera de posteriores resultados.
De aquí al final de la temporada, al
Betis le restan dos salidas consecutivas ante el
Celta y el
Athletic de Bilbao, tras las que recibirá en casa al
Alavés, viajará a
Leganés, jugará en el Villamarín ante el
Atlético de Madrid y terminará esta temporada decepcionante en Gijón ante el
Sporting.