Mismo rival,
menos de cinco meses de diferencia. De la
ilusión del debut a la depresión del
hundimiento.
Víctor salió muy tocado de Las Palmas y ya no sólo se da por hecho que no continuará la temporada próxima, sino que hay dudas sobre
si terminará el presente curso. De la
seguridad defensiva y el control de la situación exhibidas frente al conjunto amarillo en el ahora lejano mes de noviembre el Betis ha pasado a
la fragilidad más absoluta reflejada en un 4-1 que supone la tercera derrota seguida. La peor racha de la temporada, que es mucho en una campaña, otra, para olvidar.
Víctor ha tocado fondo después de traer la esperanza al equipo. Su llegada tras la
destitución de Poyet supuso un soplo de aire fresco para un equipo que sólo ha estado u
na vez entre los diez primeros en toda la temporada (jornada 7) y que aún mantenía sus opciones de lograr el objetivo. El discurso del madrileño,
hoy vacío y repetitivo, caló al principio.
Heredó un Betis en el puesto decimocuarto y su
tope ha sido el decimotercero. Hoy es decimoquinto,
a diez puntos del décimo y a quince del noveno, que sería el puesto con el que realmente mejoraría la clasificación de la temporada anterior. En su clasificación particular,
ha sumado 20 puntos en 20 partidos, empeorando la media que tenía su antecesor y
es decimocuarto. Sólo el hecho de que la de esta temporada sea probablemente
la salvación más barata de la historia de LaLiga evita mayores sofocos al aficionado verdiblanco.El
Betis ha encajado 29 goles en estos 20 partidos pese a esa zaga con tres centrales que se ha convertido en seña de identidad del conjunto bético. Son ya nueve partidos seguidos recibiendo gol.
Lejos del Villamarín, los verdiblancos han encajado gol en las últimas
20 salidas ligueras, algo que no se vivía desde principios de siglo. Es
fuera donde Víctor comenzó a cavar su tumba, pues únicamente ha logrado
un triunfo a domicilio. Eso ha provocado que el Betis
lleve ya 13 meses sin lograr dos victorias seguidas. Finalmente, los malos números fuera acabaron contagiando al equipo en casa hasta que en el último partido en el Villamarín, la afición fue un clamor con el 'Víctor, vete ya'.
MomentosAl técnico también le ha faltado fortuna en momentos puntuales de la temporada. Ha realizado partidos muy meritorios contra el
Barcelona, el Sevilla o el Real Madrid en los que sólo ha sumado un punto, ante los culés. Las
decisiones arbitrales tampoco han jugado en su favor en los encuentros contra los nervionenses, los madridistas, el Eibar o ayer en Las Palmas, aunque en la balanza de su juicio pesan más decisiones como las tomadas en
Riazor o Cornellà en las que
blindó al equipo sacando defensas para mantener el resultado y acabó ocurriendo todo lo contrario.
Los
números son tozudos contra el técnico y el club ya
rastrea el mercado de entrenadores para la temporada próxima (
Marcelino es el preferido de la afición). Si no se produce un adelanto de esa contratación y se acomete el relevo, la otra opción es mirar en la casa como se hizo en el pasado con
Merino, hoy en el Nàstic. La opción de
José Juan Romero, técnico del filial, supondría dejar al segundo equipo sin su entrenador en la fase decisiva de la campaña, por lo que aparece la opción de
Pablo del Pino, que acaba de dejar
tercero al primer juvenil en División de Honor en una gran temporada.