Rafael Salas y Adrián Fernández son las primeras víctimas colaterales del acuerdo entre
Haro y Catalán con Bitton y las posteriores reacciones producidas en torno a la dirección del
Betis.
Ambos tienen vínculos con
Béticos por el Villamarín, que no está de acuerdo con el pacto, y ambos se están planteando ser la alternativa a los actuales rectores, para lo que ha pedido que se convoque una
Junta General Extraordinaria en la que se aborde el trato con Oliver y con Bitton.
Aunque siguen formando parte de la directiva,
Salas y Fernández han dejado de tener voz y voto en las decisiones del consejo, tal y como adelantaba ayer 'Canal Sur'.