Pablo Iglesias, líder de la formación política
Podemos, no siente los colores del Rayo (
es "del Numancia", según defiende), pero
vive en un piso en Vallecas y, por ello, se ha sentido legitimado para referirse al
Caso Zozulya. Y lo ha hecho, como es lógico, por sus ideales políticos, para
ponerse del lado de la afición franjirroja.
Así,
se ha mostrado "orgulloso" por cómo actuaron los seguidores del Rayo Vallecano, después de que se mostrasen en contra del fichaje del jugador verdiblanco por su
supuesta ideología neonazi.
"Era un neonazi", ha dicho el líder 'morado', para después asegurar que "es muy saludable que la afición" del equipo de Vallecas "no se lleve bien con
un señor que si eres homosexual o negro, considera que eres inferior".
En este sentido, ha explicado que él a Zozulya "le diría que hay que respetar las tradiciones" y que para jugar "en un barrio donde
los derechos humanos son fundamentales hay que respetar la dignidad de un equipo popular".