El 17 de diciembre de 2016 el Málaga perdió con estrépito en Sevilla. No lo perdonó la afición malaguista, que clamó contra
Juande Ramos hasta el punto de que el manchego decidió salir. Antes, tras un inicio dubitativo, el pedroteño había sabido reconducir el rumbo de un Málaga que iba en ascenso hasta el cambio de timonel.
Su sustituto, el ‘Gato’ Romero, apostó por una línea continuista de juego, pero los resultados le han dado la espalda, con un único triunfo en ocho partidos y sólo cinco puntos de 24 posibles. Sólo el hecho de que a los tres de abajo les cueste un mundo sumar impide que salten todas las alarmas. Tiene el uruguayo la disculpa de que no ha podido contar en los últimos seis duelos con su futbolista más determinante, un
Sandro que sigue siendo el máximo goleador del equipo pese a estar ausente en las últimas seis jornadas del campeonato. Sí ha recuperado a Keko, que ha regresado a buen nivel, y también está contando con Jony, dando cancha a los fichajes que el dúo que forman Arnau y David Vizcaíno, artífices de la reconstrucción malaguista desde enero de 2016. En el último mercado invernal trajeron a Luis Hernández y Demichelis, que han aportado solidez a una zaga que no la tenía. Camacho tiene mando en plaza junto a un Fornals que ha crecido mucho.
Enrique García2 min lectura