Y al noveno partido,
Víctor Sánchez del Amo conoció la derrota en su estadio, donde había permanecido invicto desde que debutó como técnico el pasado 18 de noviembre. Tuvo que ser en el derbi, un encuentro que comenzó ganando con gol de falta directa de Durmisi, pero que terminó con derrota merced a los goles de Mercado e Iborra en la segunda mitad.
El técnico madrileño, que sustituyó en el cargo a Gustavo Poyet, llegó con la firme intención de acabar con la mala imagen que el equipo estaba ofreciendo ante sus aficionados, que tan sólo habían celebrado hasta su llegada un triunfo en el Villamarín con el uruguayo (ante el Málaga, 1-0, en la jornada 6).
Desde su desembarco en
Heliópolis hasta el derbi, Víctor había conseguido hacer del
Villamarín un fortín, donde ni el Barcelona había logrado llevarse los tres puntos. Los verdiblancos con el ex del Deportivo habían ganado a Las Palmas, Depor, Athletic y Leganés, al tiempo que habían firmado tablas ante Celta, Sporting, los propios culés y Valencia.
Una derrota que supone el octavo derbi en casa de Liga sin ganar (cinco empates y tres derrotas).