Javier Clemente ha concedido una extensa entrevista en la revista
'Jot Down' todo repasa toda su carrera, incluida su etapa en el
Real Betis. El técnico vizcaíno se centra en la figura de
Lopera y
Denilson, dos de los personajes más destacados del Betis de la época. "Lopera no sabía dirigir un equipo. Era un tío generoso, el alma del club, pero gastaba dinero sin control, comprar por comprar, sin sentido. Le canté varias veces la gallina. Me encontraba con pintadas de «Peseteros, no sentís al Betis» y los jugadores sabían hasta quién era el tío que las hacía (risas). Cuando llegué íbamos los últimos con un equipo bastante bueno y lo dejé en mitad de la tabla. Lopera quería UEFA. Le dije que en ese momento no podía, pero que con cuatro fichajes, al año siguiente sí, pero no me hizo ni puto caso. Salí del club ese verano y al siguiente bajaron", explica
Clemente."Hace poco me encontré a
Lopera y le dije que era un forofo, que de fútbol ni idea. Le recuerdo un día rezando a las estampitas de la Macarena, pero jugábamos contra el Oviedo y le dije: «Tenga cuidado, que como ellos recen a la de Covadonga va a haber una pelea entre las vírgenes de la leche» [risas]. Era un hombre con sus creencias, muy devoto, pero un poco inculto. Con alguien que futbolísticamente lo hubiera sabido conducir podría haber llegado lejos", continúa el de Baracaldo.
Clemente sigue la entrevista hablando de
Denilson, el fichaje más caro de la historia del club heliopolitano. "Denilson no valía cinco mil millones ni de coña, pero tenía fama por las filigranas. Podía haber sido un buen jugador, pero nunca quiso dejar de hacer ese fútbol que no valía para nada. Luego igual cambió, pero con nosotros jugaba a su bola. Driblaba a un tío cuatro veces y luego le esperaba para una quinta. No podíamos con él. Los demás no le querían, aunque era buen chaval y paradójicamente un tío humilde. Tuvo demasiada presión, la prensa siempre le ponía alguna pega, y era un chaval que venía justo de cultura. Un día su intermediario dijo que el problema era que estaba poco entrenado. ¿Poco entrenado? Fui al vestuario y le dije: «¿Qué cojones es esto? ¿Estás poco entrenado? No te preocupes que mañana vienes también por la tarde», y él: «¡No!, ¡no! Son cosas de él, ¡nada que ver conmigo!» (risas), finaliza Clemente en '
Jot Down'.