Como en la previa de las elecciones, la de ayer fue jornada de reflexión para
Roman Zozulia. Después de que en los últimos días se hayan pronunciado sobre su caso todo tipo de personalidades, hoy le toca hablar a él, tener la última palabra sobre una desagradable situación que ha traspasado fronteras y de la que se habla a lo largo y ancho del planeta. Sobre la balanza, dos alternativas y cada cual peor: de un lado, cancelar su cesión al club franjirrojo para salvaguardar la seguridad de su familia a costa de pasar cinco meses en el
Betis sin ficha, y del otro, irse a
Vallecas a jugar para una afición que le insulta y le rechaza, temiendo cada día por su integridad y separándose de su mujer y sus hijas pequeñas, quienes se quedarían en
Sevilla.
En la tarde de ayer, el kievita se encontraba más cerca del 'no' al
Rayo. A ello le ayudó la última humillación que le dedicaron desde el barrio madrileño, que amaneció repleto de carteles y fotos con su rostro y los claros mensajes de "Not Welcome" (no eres bienvenido) y de "la franja no se mancha con racismo".
También hacia el 'no' conducen las declaraciones que el propio
Zozulia hizo desde la embajada de su país en Madrid, en las que admitió sentirse "amenazado" y tener "miedo" por su familia; pero en las que expresó también su convencimiento de que el
Rayo también está asustado por todo el lío que se ha montado y prefiere que no juegue allí "por miedo a que pase algo y que eso se vuelva en su contra".
No obstante, su postura aún no era definitiva ayer y tenía mucho que pensar.
Según ha podido saber ESTADIO Deportivo, el delantero hará pública hoy su decisión, bien convocando una rueda de prensa o bien a través de un comunicado enviado a los medios de comunicación.
Este periódico contactó ayer con uno de sus representantes,
José Lorenzo, quien no pudo revelar ninguna pista sobre qué va a decidir
Zozulia. "He hablado a diario con él en los últimos días, pero hoy (ayer) quise dejarle tranquilo para que pueda decidir libremente y sin ningún tipo de medida de presión", explicó el intermediario, quien recordó que "la decisión es muy difícil, porque teme por su familia y sabe no puede estar tranquilo".
También evitó echar más leña al fuego y rehusó valorar la rueda de prensa que dio ayer la
Plataforma ADRV: "Nunca es bueno hablar en caliente y mi opinión ni cuenta ni tiene valor. Lo único que cuenta aquí es lo que decida Roman y hoy se sabrá".