El presidente,
Ángel Haro, y el vicepresidente,
José Miguel López Catalán, cumplen hoy su primer año al frente del
Betis, un aniversario al que llegan con más sombras que luces y con muchas más crispación de la que esperaban cuando el 4 de febrero de 2016 sustituían a
Juan Carlos Ollero tras la celebrada victoria de la candidatura de 'Ahora Betis, Ahora' en la Junta General de Accionistas que tuvo lugar en diciembre de 2015.
En este tiempo, su principal debe sigue siendo el de conseguir una estabilidad deportiva que haga posible que el
Betis se haga fuerte en
Primera división y pueda cambiar a un corto plazo de luchar por una permanencia holgada y tranquila a aspirar por meterse en Europa. Su apuesta de este año,
Gustavo Poyet, no salió bien, pero Haro y López Catalán confían en que
Víctor logre dejar al equipo entre los diez primeros puestos.
Si el lunar es la irregularidad del equipo, sus principales logros en este primer año han sido el derribo del antiguo
Gol Sur y la conclusión, por fin, del Benito Villamarín; recuperar los medios oficiales; negociar con
Lopera en pos de la ansiada estabilidad accionarial y afianzar la apuesta por las secciones de Fútbol Sala y la nueva de Baloncesto.