El central rumano
Alin Tosca, fichado por el
Real Betis hasta 2021 procedente del
Steaua de Bucarest, es el segundo jugador de esa nacionalidad que milita en el equipo bético después de que lo hiciera
Iulian Filipescu entre 1999 y 2003 en la misma posición y también, en ocasiones, en el centro del campo.
Pese al buen número de jugadores de
Rumanía que han jugado y lo hacen en la Liga española -los
Gica Hagi,
Craioveanu o
Popescu;
Galca,
Contra,
Ilie,
Dimitrescu o
Andone-, el
Betis ha recurrido a lo largo de su historia a dos futbolistas de Rumanía y los dos han sido para el centro de su defensa.
Tosca, de 24 años, sucede así en esa posición a
Filipescu (1974), un jugador solvente técnicamente, que llegó al Villamarín a finales de la década de los noventa y que dio muestras de su buen manejo del balón, tanto como de su concepto anárquico de los conceptos de la defensa, parcela que abandonaba con frecuencia para irse arriba.
Procedente del
Galatasaray turco, Filipescu se formó en el mismo equipo del que procede
Tosca, el
Steaua de Bucarest, tradicionalmente conocido por ser el conjunto del ejército rumano en la era comunista, en el que militó entre 1992 y 1997, y muy vinculado a la ciudad de Sevilla por ser el escenario donde ganó su única
Copa de Europa al
Barcelona en 1986.
Filipescu alternó buenas actuaciones con momentos convulsos como el descenso del año 2000 con jugadores estelares como el brasileño
Denilson de Oliveira, el nigeriano
Finidi George o el internacional español
Alfonso Pérez Muñoz; y una sucesión de entrenadores de toda índole, procedencia y resultados.
Entre estos técnicos, estuvieron el argentino
Carlos Timoteo Griguol, conocido por sus gorras y por que vino avalado por ser el maestro del entonces triunfador
Héctor Cúper; el holandés
Guus Hiddink o los españoles
Fernandoz Vázquez,
Luis del Sol o
Víctor Fernandez.
Tras jugar en el
Betis,
Filipescu terminó su vida deportiva en el
MSV Duisburgo alemán (2006-2008) y actualmente vive en
Oviedo, donde recaló porque buscaba una ciudad de sus características para sus hijos y donde, según dijo a fines de 2016 a 'El Comercio', vive dedicado a sus estudios de un ciclo formativo de chapa y pintura.
Iulian Filipescu, 52 veces internacional con su país y mundialista en Francia 1998 junto al mito
Hagi, el
'Maradona de los Cárpatos', mata el gusanillo como entrenador en equipos de escalafones inferiores de
Oviedo.