Como estaba previsto, el Betis rindió su particular homenaje al Estadio Vicente Calderón, escenario de sus dos últimos títulos, las dos Copas del Rey que figuran en sus vitrinas. Siendo ésta la última ocasión en que los verdiblancos viajarán a dicho recinto, tuvo lugar en el antepalco un emotivo reconocimiento, protagonizado por una representación de jugadores y técnicos de las dos escuadras que obtuvieron dichos trofeos.
Con tal motivo, la entidad heliopolitana invitó a siete de los jugadores que se proclamaron campeones en 1977 (Bizcocho, Biosca, López, Cardeñosa, García Soriano, Del Pozo y Campos), así como otros de 2005, como el míster, Lorenzo Serra Ferrer, y los futbolistas Juanito, Rivas, Varela, Cañas, Dani y Arzu.
Antes del partido, todos participaron de un almuerzo en el hotel de concentración del equipo en la capital de España, siendo los propios héroes de ambas gestas y los directivos desplazados, con Ángel Haro, presidente, y José Miguel López Catalán, vicepresidente y consejero delegado, a la cabeza, quienes entregaron al Atlético de Madrid la escultura realizada a tal efecto, obra del artista Jaime Babío, en el descanso para cerrar la jornada.