Viene de muy abajo y, por ello, tiene mucho margen de mejora, pero lo que ofreció ayer Jonas Martin permite intuir al futbolista que fichó el Betis del Montpellier. Ahora que está en la rampa de salida por el interés del Girondins, Martin enseñó parte del repertorio que le sirvió para llegar a LaLiga.
Con todo, incluso ayer le costó entrar en faena. Durante buena parte de la primera parte volvió a parecer ese jugador que casi nunca está donde debe. Ayudaba poco en la resta y aparecía poco en la creación, dejando que Ceballos acumulara mucho trabajo sobre su espalda. El utrerano tiró del carro con trabajo, pero también con clase para ser el mejor verdiblanco sobre el césped.
Como su equipo, Martin creció con los minutos y en la segunda mitad ganó balones divididos, alivió al canterano con su trabajo y apareció por el área del Leganés. Incluso estuvo a punto de marcar, pero a su disparo le faltó algo de rosca. La rabia con la que reaccionó a su error hablan de las ganas por agradar que tiene el de Besanzón, que con la lesión de Felipe gana protagonismo en el Betis.
Enrique García2 min lectura