El fútbol no entiende de pausas ni de fiestas, especialmente en lo que concierne a los despachos, porque la plantilla ha tenido unos días de vacaciones tras la eliminación copera ante el Deportivo. Así las cosas, en la segunda planta del
Estadio Benito Villamarín la actividad es frenética en los últimos días, tanto en el ala destinada a las dependencias de los directivos como en la que ocupan los miembros de la secretaría técnica. Los primeros, con
Ángel Haro y José Miguel López Catalán al frente, se encuentran inmersos en la preparación de la junta general de accionistas de mañana, donde, una vez más, las cabezas visibles de 'Ahora, Betis, ahora' se juegan su continuidad al frente de la nave heliopolitana. Con todo, los rectores harán hoy un 'impasse' en la víspera de la gran cita societaria de lo que va de temporada para mantener un cónclave igualmente decisivo con el director deportivo,
Miguel Torrecilla, donde se clarificará cómo están las gestiones destinadas a confeccionar el grupo que afronte la segunda vuelta del campeonato liguero 16/17.
Y es que el mercado invernal arranca oficialmente el domingo, si bien el primer día hábil en España a efectos administrativos será el próximo martes. Los verdiblancos acudirán seguro a esta ventana de transferencias, tanto para aligerar carga como para cubrir las principales carencias detectadas en su plantel, inaugurando el carrusel de movimientos previstos el préstamo (previa renovación hasta 2020) al Elche del medio Fabián. Aún están pendientes varias salidas más, centradas en los efectivos que han disfrutado de menos minutos hasta la fecha. La cuestión no es tanto dejar sitio a posibles incorporaciones, que no serán más de una o dos, sino reducir la carga salarial de la plantilla para que el montante destinado a las altas engorde desde los poco más de
500.000 euros que quedaron en caja después del mercado estival y de las ampliaciones de contrato de los delanteros Álex Alegría y Rubén Castro.
Sea como fuere,
como apuntaron durante su entrevista con ESTADIO Deportivo Haro y Catalán, lo que acontezca este viernes en el Hotel Silken Al-Andalus condicionará seriamente la planificación, ya que, de prosperar la más que posible solicitud de cese de los administradores por parte de Farusa, Manolo Castaño o cualquier otro accionista con más de un 1% de representación, se abriría un periodo de entre mes y medio y dos meses como mínimo de vacío de poder, sin que los jefes de área que quedasen pudiesen asumir poderes a la hora de fichar, vender o ceder jugadores. Una incertidumbre que, lógicamente, ha influido en las negociaciones iniciadas en ambos sentidos por Torrecilla, quien, no obstante, está cumpliendo con su obligación de preparar los informes correspondientes sobre las posibles altas y las bajas.
En este sentido, se está produciendo un proceso de selección en toda regla para contratar al central zurdo que ha pedido
Víctor Sánchez del Amo, especialmente tras conocerse que Mandi participará en la próxima Copa de África con Argelia. Los que más gustan a los técnicos tardarán seguramente en salir de sus actuales equipos o tienen propuestas mejores en el aspecto económico, al tiempo que hay otras alternativas interesantes que suelen tardar en ponerse a tiro, por lo que todo apunta a los estertores de enero.
Mucho antes debe hacerse oficial la desvinculación de Musonda, pues Betis y Chelsea están ultimando la interrupción de la cesión del extremo belga. También se instará a Zozulia a buscar acomodo fuera de Sevilla, al tiempo que compañeros como Nahuel están únicamente a la espera de que fructifiquen sus vías de escape. Rafa Navarro ha de aguardar a lo que ocurra finalmente con Piccini. Si hay muchas salidas, podría haber hasta dos altas.