En sus caras se mezclan responsabilidad y hastío. Es lo que toca. La sensación de interinidad contra la que luchan desde hace poco más de un año les restringe y les condiciona. Salvando las distancias, intentaron pactar con el ‘diablo’ para vislumbrar un futuro más estable, pero, como suele ocurrir en estos casos, no salió bien. Y les tocó pagar peaje con su imagen, entre otras cosas. Ahora, se vuelven a someter al juicio de los accionistas, quienes, a lo César, decidirán con el sentido de su pulgar si continúan gobernando la modernización del
Betis o deben dejar paso a otros. Que serían viejos conocidos, en realidad.
Ángel Haro y José Miguel López Catalán recibieron a
ESTADIO Deportivo en las entrañas del Benito Villamarín a escasas horas de una junta otra vez crucial para el devenir de la entidad. Una frase que, seguramente por desgracia, puede copiarse y pegarse en los últimos años sin variación alguna en los ríos de tinta que se han escrito sobre el maremágnum societario que no abandona Heliópolis desde que arrancara la segunda década del siglo XXI. El villaverdero y el hispalense, a su manera, con muchos aciertos y bastantes errores también, intentan cambiar la historia. Luchando contra prejuicios y sambenitos, contra jueces y empresarios dudosos, contra intereses creados, no siempre confesos. Tienen, en el mejor de los casos, mucho trabajo todavía por delante. Pero presumen de fuerza, de razón y de argumentos, así como de una capacidad creciente de aprendizaje y de autocrítica. En sus manos está. No literalmente, porque otros han de otorgarles su beneplácito. Un sistema que, al fin y al cabo, destila tanta democracia como incertidumbre.
-Las juntas en el Betis nunca son ordinarias en sentido estricto. La de este viernes, tampoco.-
Haro: "En condiciones normales, en un club normal donde sus gestores están elegidos por cinco años, ésta sería una junta normal de aprobación de cuentas y de gestión, con algunos puntos que hemos metido, como los referentes al baloncesto y el fútbol sala. ¿Qué ocurre? Que no estamos en una situación normal en el Betis. Ya vimos en diciembre del año pasado que, dos meses después de haber hablado del cese y el nombramiento de los administradores, otra vez se metió ese punto en el orden del día. En esta junta no se ha metido, pero el cese de administradores se puede producir en cualquier momento, sin estar siquiera en el orden del día. Y entendemos que es lo que va a pasar.
Castaño está intentando sumarse con Farusa y otros afines, por fortuna pocos, para provocarlo".
-¿Y qué consecuencias tendría a efectos prácticos?-
Catalán: "Si, al final, se pide el cese de los administradores, se vota y sale, porque no hayamos podido superar ese apoyo del 25% que suelen tener ellos, el consejo tiene que cesar ese mismo día y salir del club. Se abriría una etapa de vacío de poder hasta que hubiera una nueva junta extraordinaria, donde se presentarían otra vez candidaturas y se elegiría una, lo que coincidiría además con los meses de enero y febrero. Coincidiría, por tanto, con el mercado invernal, por lo que se le haría bastante daño al club, no sólo por lo que afecte a los fichajes, sino también a la estabilidad y a la fuerza que estamos intentando tener en el mundo del fútbol y ante otras instituciones".
-Parten con ciertas ventajas (realidades tangibles como el Gol Sur o Betis TV), aunque también hay desventajas (momento deportivo, mala fecha...), ¿no creen?-
Haro: "Hay que separar dos cosas: aquellos proyectos que nos comprometimos a cumplir y que dependen de una decisión firme por nuestra parte, véase Gol Sur, Radio Betis y Betis TV, que se han hecho; y aquéllos que dependen de otros factores, que no digo que no influyamos, porque estamos trabajando sobre ellos, pero sí hay un cierto componente más indeterminado. Obviamente, los resultados deportivos no son los que esperábamos al principio de temporada. Ha habido errores, y la prueba más palpable es que hemos cambiado de entrenador. Aunque también hay que poner en valor cómo hemos solucionado estos problemas, porque cambiamos de técnico y andamos ahora muy encima del equipo, pese a que estamos sólo a tres puntos del objetivo que nos habíamos marcado. Estamos convencidos de que vamos a alcanzarlo".
-Sus sensaciones antes del 23-S eran muy optimistas, pese a ir a priori contracorriente. ¿Cómo son ahora?-
Catalán: "Tenemos la sensación de que los béticos que nos apoyaron en las dos juntas anteriores lo siguen haciendo y nos dan su voto de confianza para seguir con este proyecto. También es verdad que hay un cierto desgaste después de un año, que son malas fechas y que la gente está cansada, como nosotros, de este tipo de guerras. Lo único que podemos hacer es lo que hicimos entonces: pedir a los béticos su apoyo y que hagan el esfuerzo de venir, que no se queden en casa. En la Oficina de Atención al Bético pueden acreditarse para la junta, a la que deben asistir si pueden, porque es una cita crucial y fundamental para el futuro del
Betis. Si tenemos ahora un corte importante en este proyecto, va a ser todo mucho más complicado. El
Betis lo soporta todo, pero, ahora mismo, creemos estar en una buena línea. Necesitamos más tiempo. Nunca dijimos que en un año íbamos a estar en Europa o a practicar el mejor fútbol del mundo, pero sí creemos estar dentro de un modelo de crecimiento. Eso está totalmente demostrado que lo estamos cumpliendo. Necesitamos más tiempo; habría un año más por delante si los béticos nos vuelven a dar su apoyo. Nosotros esperamos ganar la junta del 30-D. En general, la inmensa mayoría de los béticos con los que estamos en contacto nos apoya. Esperamos que nos cedan las acciones y que no se queden en su casa, porque son muy importantes los próximos meses. No sólo por el mercado de enero, que siempre es una oportunidad para mejorar, sino por la marcha deportiva. Estos próximos partidos ante Leganés, Atlético de Madrid y Sporting, así como el derbi que está en puertas, suponen un momento fundamental para sumar esos puntos que nos permitan acabar donde hemos dicho que queremos acabar, que es octavos, novenos o décimos, mejorando la clasificación del año pasado y sentando las bases para el año que viene. No quiero ni pensar que este viernes no consigamos el apoyo suficiente y que vuelvan
Lopera y Castaño unidos. Tenemos bastante claro que van a ir a tirar el consejo. Por eso recordamos a los béticos la importancia de esta cita. Ya dijimos el año pasado que no pedimos un cheque en blanco. El día que no estén contentos con nuestro trabajo, nos iremos a casa. Ojalá esta junta y este posible cese del consejo no sean más que una anécdota desagradable. Este año es más difícil, porque son fechas muy malas, entre fiestas importantes. En la junta de septiembre tuvimos entre un 26 y un 27% de apoyo. En la de diciembre, más (28,5-29%). Creemos que nos van a seguir apoyando, pero aún no hemos hecho números. La estrategia de la otra parte, y eso sí es un cambio importante, pasa por estar callados.
Castaño y Lopera no se han pronunciado, lo que provoca que muchos estén más tranquilos y no se movilicen. Por eso, justamente, tenemos que pedir a los béticos que actúen".
-¿La negociación con Lopera ha empeorado su imagen?-
Haro: "Ha trascendido también porque hemos querido que trascendiese. Obviamente, no se ha llegado a un acuerdo, pero, como dirigentes del
Betis, teníamos la responsabilidad de intentar que la situación en la que estamos de indeterminación por los procedimientos judiciales abiertos terminara. Pero no porque tuviéramos la intención de que Lopera vaya a la cárcel o deje de ir. Además, somos ajenos a esto, porque venimos sin mochila, como me gusta decir. Pero así es muy difícil gestionar un club, porque no somos fuertes en las instituciones, así que, cuanto antes termine esto, mejor. Que no ocurre, pues nada. Al final, son los bueyes con los que nos ha tocado arar, por lo que hay que seguir".
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Catalán: "Mi percepción personal es que la inmensa mayoría de los béticos están hartos de juicios, de si
Lopera o Bitton, de no saber cuál será el futuro de su club... Por tanto, un acuerdo como el que hemos intentado que saliera creemos que sería bien recibido, siempre que fuera un tipo de acuerdo, como hemos dicho muchas veces, en el que las acciones volvieran al final al
Betis y se diera la oportunidad a los béticos de comprarlas. Sería algo positivo, también porque acabarían los procesos judiciales, que no hacen sino restar e impedir que nos centremos en lo deportivo, que es lo verdaderamente importante para todos".
- Era un acuerdo impopular...-Haro: "¿Por lo de pagar por las acciones? Pero eso es algo que a través de los medios no se ha explicado bien. No hay que olvidar que
Farusa tiene casi un 20% que no está en litigio y que tiene un valor importante en el mercado. Obviamente, habría que pagar por ese paquete. Si se mete esa variable, no sería tan descabellado pagar para que esas acciones volvieran al club".
- Ya, pero muchos béticos se sienten engañados por los gestores anteriores y no verían con buenos ojos recompensarlos.-
Catalán: "Todos tenemos esa sensación, pero el bien del
Betis está por encima. Si pudiéramos vislumbrar un futuro estable, en el que las acciones pudieran ser adquiridas por los béticos (en diferentes grupos, como tiene que haber en cada club), eso sería por el bien general y estaría por encima del resto de cosas, por lo que entendemos que sería bien recibido".
-¿Por qué estará finalmente en la junta Farusa y no Bitton?-
Haro: "Entre otras cosas, porque no disponemos de ningún informe concluyente que nos diga que hay que inscribir a Bitton y no a Farusa, por lo que somos continuistas con lo que había. Eso no quita que, dentro de 15-20-25 días, si tenemos ese informe concluyente, cambiemos de opinión; por ahora, no es así".
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Catalán: "La situación jurídica es muy compleja. Ojalá fuera más sencillo tomar una decisión u otra, pero, para dar cualquier paso nuevo, debe ser concluyente y claro. Por lo tanto, en la junta estará representado Farusa y no Bitton el 30 de diciembre".
-Si se da ese escenario de petición de cese y sale adelante, para la siguiente asamblea extraordinaria entraría en juego el 31,38% retenido en el Mercantil seguramente, ¿verdad?-
Haro: "Primero, habría que pensar en qué pasaría. Porque, si se produce el cese de los administradores actuales, éstos, osea nosotros, tenemos que decidir si seguimos adelante o no, si presentamos o no una candidatura. Los béticos deben ser conscientes de que no pueden estar en una atalaya y decir que no van ni con unos ni con otros. O vas con uno, o vas con otro o presentas una alternativa. El resto es una situación de cobardía, y a los béticos no los tengo por cobardes, con lo cual entiendo que no se va a dar; tienen que elegir. Pero reitero que seríamos nosotros los que tendríamos que decidir si continuamos o no".