Dos han sido las ocasiones esta presente temporada en las que
Charly Musonda se ha marchado a Londres para recuperarse de unas molestias en la rodilla que le impedían entrenarse con normalidad. Pero, esta vez, ha sacado un billete de ida a la capital inglesa, aunque no de vuelta. Y es que, según ha podido saber este periódico, el joven extremo cedido por el
Chelsea no volverá a la disciplina heliopolitana si nada cambia. Con 20 años, el internacional sub 21 con la selección de Bélgica está buscando una continuidad que no ha encontrado en esta segunda etapa como verdiblanco. Y es que la confianza que depositaron en él el curso pasado tanto
Eduardo Macià como Juan Merino se ha visto mermada este año. Con el linense en el banquillo heliopolitano,
Musonda disputó un total de 1.227 minutos repartidos en 16 jornadas ligueras. De hecho, en los primeros ocho encuentros, desde que debutara contra el Valencia en la jornada 23, lo disputó todo. Aunque también vio como en algunas ocasiones
Merino le restaba protagonismo por su manera individualista de entender el juego.
Con todo, tanto el club como el futbolista apostaron este verano por una nueva cesión con la que seguir desarrollando su carrera en España. Pero ni con
Gustavo Poyet ni con
Víctor Sánchez del Amo ha encontrado su sitio. Con el uruguayo llegó a disputar siete fechas ligueras, en las que sumó un total de 263 minutos. De ellas, sólo en una fue titular y jugó toda la contienda, frente al Málaga, en la que, actuando de extremo derecho, le dio a
Joaquín la asistencia con la que el portuense anotó el tanto que supuso el 1-0 final. Pero parece que unas molestias en la rodilla y quedarse fuera del equipo el día en el que el
Betis se enfrentaba al Madrid fue el detonante de una situación que acabó con el belga en Londres, bajo la supervisión del servicio médico 'blue'.
Se fue un 30 de septiembre para acabar volviendo poco antes del primer entrenamiento en el que tomó el mando
Víctor (14 de noviembre), buscando así una nueva oportunidad tras la destitución del charrúa. No obstante, con el técnico madrileño al mando del banquillo del
Benito Villamarín sólo ha disfrutado de 13 minutos en la recta final del partido ante Las Palmas, quedando fuera ante Eibar y Celta de Vigo por los citados problemas en la rodilla. Con todo, la joven promesa volvió a la convocatoria en el partido de Copa del Rey ante el Deportivo de La Coruña, pero no fue uno de los elegidos por el ex del Olympiacos, quien no consideró oportuna su participación en el duelo frente a los gallegos.
De esta forma, toda esta situación ha generado un clima en el que
Charly Musonda no se encuentra cómodo, motivo de mayor peso por el que ha vuelto estos días a Londres.
Entre los antecedentes de esta situación, también están las declaraciones de
Miguel Torrecilla, quien terminó de convencerlo este verano para seguir en Sevilla. El día 1 de este mes, el alto ejecutivo salmantino ya dejó ver que la posibilidad de que el belga no siguiera era una opción seria, algo que incluso sería ventajoso económicamente para el
Betis: "Si un chico de este nivel no está jugando, es normal que su club de propiedad pueda pensar en hacerle retornar para buscar una cesión. Vamos a centrarnos primeros en ver si la dolencia ha ido a más por un mal gesto que desconocíamos. Seguimos valorando qué puede suceder con la cesión, al
Betis le puede costar más si en lo que resta de temporada no juega un número determinado de partidos. Si no juega, es normal que un club tan grande como el Chelsea le pida que vuelva en el mercado de invierno. Vamos a esperar a ver qué nos dicen del tema médico". Sin embargo, parece que finalmente pesará más la decisión del propio
Musonda y la de los técnicos del club líder de la Premier que la de los galenos de la entidad de Stamford Bridge.