La carrera de Juanfran comenzó a forjarse en el Club Deportivo Avance, conjunto en el que permaneció desde los 7 a los 16 años. Tras maravillar en este conocido equipo de Alcalá de Henares, el Getafe se hizo con los servicios del jugador, jugando durante tres temporadas y media en las filas azulonas, ya que la última de ellas estuvo cedido en el filial del Villarreal. Pero sin duda, la estancia más exultante de Juanfran la protagonizó en el Real Madrid Castilla, donde durante cuatro campañas ha sido uno de los ejes capitales del equipo blanco, con el que incluso consiguió el preciado ascenso a la Segunda división.
El viaje iniciático del extremo bético arrancó en la delantera, como él mismo recuerda: "Era delantero, de los de no bajar (risas). Metía muchos goles, pero cuando vieron que era rápido por fuera y que era bajito, me llevaron a la banda. Mourinho me colocó de lateral también". Años en la capital madrileña que llevaron a Juanfran a debutar con el primer equipo del Real Madrid y a aprender conceptos que han enriquecido su catálogo de recursos: "Hay que aprender cada día cuando estás al lado de jugadores profesionales. Hice una pareja muy buena con Carvajal, crecí mucho a su lado".
Fanático de las películas de acción, Juanfran se declara un acérrimo cinéfilo, siempre con la compañía de su mujer. Capitán en el Castilla las dos últimas temporadas, al de Alcalá de Henares le seduce la idea de portar el brazalete verdiblanco en el futuro, indicativo de que sus actuaciones en el Real Betis Balompié han sido destacadas: "Me gusta mucho la idea, no sé cómo de lejos estará esa meta, pero sería un orgullo para mí. Es un privilegio que en tu currículo futbolístico aparezca que juegas en el Betis. Creo que he sido un buen capitán, cuando ha habido momentos, he tenido que dar la cara. También he tenido a mi lado grandes capitanes, que marcaban siempre la diferencia".
Activo en las redes sociales, es conocido el cariño de Juanfran hacia el Betis, pero no lo es tanto el tiempo que ha dedicado en su vida a ver partidos del club bético: "Hubo una época que seguía al Betis mucho.
Sentía gran admiración por Joaquín. Lloré mucho el día que falló el Mundial de Corea. Levantaba muchísima expectación. También me gustaba Finidi. Soy admirador del buen juego y en el Betis ha habido jugadores como Denilson, Fernando o Capi que jugaban muy bien. Ojalá algún día pueda conocer a Joaquín y el alumno pueda superar al maestro (risas). Es el espejo en el que me miro para mejorar".
En una etapa de ambición para Juanfran en Heliópolis, sus palabras adquieren un tono más serio cuando le toca hablar del primer equipo del
Real Madrid: "Si soy sincero, nunca vi cerca el primer equipo. Es muy grande la diferencia con otros equipos. Mi destino vi que estaba fuera. Nunca vi esa oportunidad. Lo hice bien cuando estuve con el primer equipo. Era uno de mis grandes sueños, pero no cambio el Betis por el Real Madrid.
Aquí me han demostrado que me quieren. Para mí esto es lo máximo, jugar en Primera división y en un club tan histórico. El año pasado me quedé triste, pensaba que no iba a volver a coger el tren del Betis, pero cuando volvió yo sabía que no había más equipos para mí. No me muevo por dinero. Puedo vivir con lo que gano, me considero un afortunado. Me importa más el apartado sentimental".
Convertirse en un jugador idolatrado por la afición es uno de los objetivos particulares de Juanfran, algo que en la década de los 90 alcanzó
Pepe Mel, el que será su técnico en el bloque heliopolitano:
"No he hablado con él todavía, pero tengo que agradecerle mucho. Sé que ha estado viendo mis partidos y ha respetado mi temporada. Tengo ganas de conocerle y que me haga crecer mucho estos años".Pero la rúbrica del contrato de Juanfran con el Betis no solo ha traído buenas nuevas al propio jugador, sino que fue un acontecimiento que emocionó a la familia del futbolista. Entre las múltiples anécdotas y vivencias, el rápido jugador no tiene dudas:
"El día que firmé por el Betis, le dije a mi padre que ya era futbolista de Primera división. Mi padre empezó a llorar. El abrazo que nos dimos fue muy emotivo. Será difícil que haya algo más bonito en mi carrera".En una vida repleta de entrega y perseverancia, la familia ha ocupado una actuación fundamental: "Vengo de una familia muy humilde. Mi padre era albañil y se levantaba muy temprano. El ver esa humildad hace que no te muevas nunca por dinero. Hay que vivir con lo justo. Mi padre se quitaba de muchos caprichos para regalarme las botas. La familia es lo máximo, lo más importante en mi vida, de lo que estoy más orgulloso".
Casado a sus 24 años, Juanfran se trasladará a Sevilla con su mujer, donde residirán en Mairena del Aljarafe. Tal es las ganas de afrontar esta travesía bética que el madrileño no descarta ampliar la familia: "Me voy a Sevilla con mi mujer y dos perritas. Espero aumentar la familia.
No tengo dudas que si tenemos un niño o una niña será del Betis".La conversación delata felicidad y mucha honestidad, sin reparos a analizar los duros momentos que atraviesa cualquier futbolista antes de la llegada al fútbol profesional: "En el Real Madrid Castilla me vi un año sin jugar injustamente, fue mi primer año. Entrenaba en un puesto en el que no jugaba. Muchas veces no iba ni convocado. Sentía que el fútbol se me iba".
Pero Juanfran se sacudió. Limpió el polvo y los lodos. Y triunfó en el Real Madrid Castilla. Su viaje culmina en el Real Betis Balompié, donde espera repetir las costumbres que le han acompañado durante todo el trayecto:
"Soy muy maniático. Siempre entro con el pie derecho al campo y me coloco antes la espinillera derecha. Además, siempre acostumbro a besar la camiseta antes de entrar al campo".