Marta Sánchez5 min lecturaEl base francés, Thomas Heurtel, se pronuncia sobre sus constantes escándalos en el mundo del baloncesto. En una entrevista con Cesare Milanti para Eurohoops el jugador ha roto su silencio después de las polémicas que le rodearon y que él asegura que han arruinado su carrera. Ahora, después de poner fin a su etapa en el Zenit de San Petersburgo, el deportista de 35 años busca un nuevo club para seguir en las canchas.
El francés ha tenido un pasado en la Liga española, ya que vistió las camisetas del FC Barcelona y del Real Madrid, además de otras como el Alicante y Vitoria. Sin embargo, el recuerdo de los aficionados nacionales de este deporte no es muy positivo, ya que de ambos clubes salió por la puerta de atrás. En primer lugar formó parte del conjunto azulgrana y fue un jugador clave para la consecución de algunos títulos, como una Liga y tres Copas. Pero su abrupta salida se convirtió en un escándalo.
"En Barcelona no hice nada mal. No tengo un mal pensamiento sobre ellos. Desde el día uno Saras no me quiso, traté de hacerle cambiar de opinión los dos primeros meses y luego ocurrió lo de Estambul. Que no fue mi culpa” señaló el baloncestista. Con 'lo de Estambul' se refiere a cuando el combinado catalán le dejó en tierra en Turquía al descubrir que estaba negociando en secreto con el Real Madrid. “Todos hicieron de aquello un mundo porque no recuerdo deportistas, no sólo jugadores de baloncesto, a los que un club les haya tratado de la manera en la que ellos me trataron a mí” puntualizaba Heurtel.
Después de este incidente cambió sus colores y comenzó a jugar para el Real Madrid. La intención del jugador era redimirse de su anterior etapa, pero en la capital no le fue mucho mejor. Fue despedido del club blanco por salir de fiesta la noche antes de un partido y perdió aún más su prestigio.
El francés recuerda este capítulo de su historia: “Estaba muy feliz de fichar por ellos porque son el mejor club de Europa. Estaba agradecido y contento. Pero es verdad que cometí ese error infantil de salir de noche antes de jugar contra el Panathinaikos. Fue una mancha muy grande por mi parte”, confiesa arrepentido. Sin embargo, asegura que su castigo fue más severo que el de otros jugadores: "Pedí perdón a todo el mundo: el cuerpo técnico, el director deportivo y mis compañeros. Estaba preparado para recibir una segunda oportunidad, porque no creo que sea el único jugador de baloncesto que sale antes de un partido, y especialmente porque aquella noche no estaba solo. Pero yo fui el único que recibió ese trato", apostilló.
Después de jugar para el Zenit de San Petersburgo en una etapa que le ha servido para mantenerse en forma, quiere buscar nuevos retos. Después de no poder competir en los Juegos Olímpicos de París 2024 por pertenecer al club ruso, el base busca un nuevo destino en el que disputar sus últimos años en la élite en este deporte, y fija su lugar ideal en algún equipo de la Euroliga.
“Creo que estas dos historias en Barcelona y Madrid dañaron mi reputación de mala manera. La gente piensa en mí como si fuese un criminal. No soy el mismo chico. No soy el mismo jugador. Siempre aprendemos de nuestros errores" afirma el jugador, que quiere dejar atrás su pasado y que se le recuerde por su actuación profesional, no por polémicas.