El Real Betis logró defender este fin de semana su plaza de 'play off' de ascenso a la Liga ACB tras una victoria ante el Clavijo que no ha ocultado los graves problemas que atraviesa y que hacen dudar, incluso, de que pueda acabar la temporada.
El equipo que adiestra Bruno Savignani sobrevive en lo deportivo mientras se hunde en lo económico, arrastrado por los problemas del Grupo Xoy, con su presidente, Carlos Lazo, que sigue estando en paradero desconocido y con la justicia detrás de él después de haber sido acusado de fraude por la Fiscalía de Jalisco (México).
Hace unos días, Diario de Sevilla desvelaba el intento del club sevillano de vender a su mejor hombre, el uruguayo Joaquín Rodríguez, una salida que se frustró con la lesión de Pablo Marín, que dejaría al equipo bético muy mermado de efectivos en la zona exterior antes que se cierre completamente la posibilidad de inscribir nuevos jugadores; una fecha que llega este próximo viernes.
Con el presupuesto agotado y en el club haciendo malabarismos para llegar a final de temporada, el 'ahorro' ha venido por otro lado. Según publica hoy ABC, este lunes, el Betis ha comunicado el despido a cinco empleados de la entidad, tres de ellos de las oficinas de San Pablo, entre ellos los responsables de comunicación, y dos del cuerpo técnico, un fisioterapeuta y un preparador físico.
Además de estos recortes, no se descarta algún otro tipo de medidas que permitan agotar el poco más de un mes que queda de competición, si el Betis no disputa los 'play off' para que los que hoy día está clasificado. Incluso la salida de algún jugador. El objetivo es salvar la temporada como sea y ya ver el próximo año cómo lo afrontan. Y con quien. Porque, sin el Grupo Xoy está por ver quien se hace cargo del club.
Al menos, tras los últimos resultados, el Betis no parece correr peligro de descenso, que había abocado a una desaparición. Con cinco victorias sobre la zona peligrosa y ocho partidos por jugarse es prácticamente imposible pensar en esa opción. La LEB Oro sigue siendo una competición que puede atraer inversores, aunque eso no es lo que preocupa ahora y sí acabar el año más turbulento que se recuerda en la entidad de San Pablo. Y eso, viendo cómo han sido los últimos años, ya es mucho decir.