El deporte español no atraviesa su mejor momento, y no precisamente por los resultados, más bien por la imagen que se vive jornada tras jornadas en muchos recintos deportivos. Con la polémica del 'caso Vinicius' y las actitudes racistas sobre el jugador del Real Madrid, el baloncesto vivió esta semana otro lamentable incidente.
Durante el partido de la Eurocup que enfrentó al Club Joventut Badalona y al Ratiopharm Ulm, las cámaras de 'Teledeporte', cadena que retransmitió el encuentro en nuestro país, captaron como una aficionada del Joventut gritaba "mono" al jugador brasileño Yago Mateus dos Santos. En el vídeo se ve como los aficionados que tiene a su alrededor, en lugar de alarmarse o recriminarle su gesto, ríen con sus palabras, siendo cómplices de dicho acto racista.
El propio Vinicius denunció lo ocurrido a su compatriota. "Empecemos a castigar a esta gente o volveremos a ser como antes. Pero mientras ellos no hagan nada, nosotros seguiremos luchando por los nuestros", escribió el futbolista del Real Madrid en 'Twitter'.
"A raíz de las imágenes recogidas en la retransmisión televisiva de ayer 7 de febrero de 2023, durante el partido Club Joventut Badalona-Ratiopharm Ulm, queremos expresar que:
El entrenador del Valencia Basket y exjugador del Joventut, Álex Mumbrú, pidió este jueves una "multa ejemplar" para los seguidores de la Penya que lanzaron dichos insultos racistas, pero defendió la trayectoria de la entidad y al "99,9%" de sus aficionados.
"Yo soy de allí y me han enseñado allí a jugar a baloncesto. El Joventut no tiene nada que ver con eso. El 99,9% de la gente que va al pabellón es gente educada y va a animar a su equipo", aseguró el técnico.
"Que haya una chica o gente que suelte insultos racistas es una pena que en el momento en el que estamos aún haya racismo. Creo que debería hacer una multa ejemplar para ellos, porque seguro que se les pueden reconocer. Esa gente no se merece ir al pabellón, a donde se va a animar a tu equipo y se puede gritar para que los otros no metan, pero no insultar", terminó diciendo Mumbrú.