Pese al EuroBasket, la nacionalización de Lorenzo Brown sigue generando debate

El destino siempre es caprichoso y lo ha vuestro a demostrar en el EuroBasket conquistado por la selección española. Antes de comentar el torneo, la presencia de Lorenzo Brown fue muy criticada por la premura de su nacionalización, algo insólito hasta la fecha, aunque con el paso de los partidos el rechazo al estadounidense se transformó en admiración.

La retirada de Sergio Rodríguez de la selección y, sobre todo, la grave lesión de Ricky Rubio, hicieron que la Federación Española de Baloncesto pusiera en marcha algo sorprendente y sin antecedentes en nuestro país. Jorge Garbajosa y la directiva de la FEB tenían poco margen de maniobra, ya que debían encontrar a un jugador dispuesto a renunciar a representar a su país de origen y que cuadrase a Sergio Scariolo.

Lorenzo Brown coincidió con el técnico italiano en los Toronto Raptors, dando Scariolo el visto bueno a la operación. Lo de Brown fue un movimiento para obtener un rendimiento inmediato, como mucho con la vista puesta en el próximo Mundial, aunque nadie pensaba que tuviera los resultados que ha tenido.

No fue hasta el 5 de julio cuando el BOE hizo oficial, por "carta de naturaleza" y "en atención a circunstancias excepcionales", la nacionalización de Lorenzo Brown, quien juró la constitución en Houston (Estados Unidos).

La decisión no sentó bien en el baloncesto español. El sindicato de jugadores, presidido por Alfonso Reyes, emitió un duro comunicado sobre el tema. "Con la obtención de la nacionalidad española exprés de un jugador sin ningún arraigo en España, el mensaje que se hace llegar a los jugadores nacionales es muy nocivo y tiene un impacto negativo tanto sobre el presente como sobre el futuro".

Quien tampoco reaccionó bien a dicho movimiento fue el capitán de la selección, Rudy Fernández. "No me parece bien. Ya se lo he dicho al presidente de la Federación, Jorge Garbajosa, y como capitán tenía que dar mi opinión. Me enteré por la prensa de que habían nacionalizado a ese jugador, que no tenía ningún vínculo con el país", dijo Rudy, en una opinión compartida por la inmensa mayoría.

Ni mucho menos esta era la primera vez que un jugador de otro país obtenía la nacionalización española y jugaba con la selección. Ahí están los casos de Ibaka o Mirotic, aunque estos dos ejemplos son totalmente distintos al de Brown, ya que el estadounidense no tenía relación alguna con España.

Cuando Lorenzo empezó a botar la pelota las cosas se calmaron. Sobre todo por la forma de ser del base americano, un hombre muy tranquilo, callado y sin ego, lo que le hizo encajar desde el principio en el grupo de la Selección. El propio Rudy Fernández se retractó de sus palabras y lo integró en 'La Familia'.

No fue hasta los octavos del EuroBasket cuando el juego de Lorenzo Brown explotó con 17 puntos y cinco asistencias en 17 minutos.

"Aquí soy un simple americano. Estos chicos hablan español y estoy aprendiendo cada día. Es impresionante cómo me han tratado. Lo que ocurre fuera no me importa, solo lo que piensan estos chicos. Ellos me quieren y yo les quiero", ha respondido Brown durante el EuroBasket cuando se le preguntaba por la polémica.

Garuba, su compañero de habitación, y los hermanos Henangómez han sido sus principales apoyos, los compañeros con los que más ha congeniado el americano. "El debate sobre Lorenzo Brown ha estado basado en ignorancia, oportunismo o xenofobia", dijo Scariolo tras ganar el oro en el europeo.

Brown terminó el campeonato con 15,2 puntos por partido de media y 7,6 asistencias, formando parte del quinteto ideal del EuroBasket. "Ganar el oro era mi primer objetivo. He tenido que aguantar muchas críticas, había una barrera de lenguaje o una de país, no sabía muy bien qué estaba pasando, pero al fin y al cabo hablamos el mismo idioma en la pista. No importa el color ni de dónde eres, somos hermanos", decía el base americano este domingo tras conquistar el oro.

Nadie puede debatir la aportación de Lorenzo Brown, así como su fantástica adaptación, aunque eso no quita que su nacionalización haya sido algo inusual para la FEB, sentando un precedente para futuros torneos.