Pablo Laso ha cambiado de vida este año, ya que ha hecho una apuesta por sí mismo, dejando atrás un proyecto que prácticamente acababa de empezar en el Bayern de Munich, el mejor equipo de Alemania donde tenía todo para poder formar una dinastía y usando los recursos del bloque bávaro, llegar a la élite de la Euroliga. Sin embargo, ha tardado solo un año en cambiar de idea y aceptar una oferta inesperada, la del Baskonia, para volver a casa. Precisamente en Vitoria jugó durante su carrera, y ahora, muchos años después, se va a encargar de darle el golpe de timón necesario para competir con el Barça y con su ex equipo, el Real Madrid, donde es una leyenda.
En esta etapa se ve capaz de todo con los del Buesa Arena, y a darle la vuelta momento en el que coge al equipo, que reventó los pronósticos el año pasado en Europa llegando al 'play-in', pero no pudo hacerlo tan bien en España, quedándose fuera de la Copa del Rey y de los playoffs de la ACB. Y precisamente es su primer objetivo, ir cimentado el trabajo en Euroliga, sin perder mucho el hilo de los mejores, y en España asegurar cuanto antes su presencia en entre los 8 mejores en la Liga Endesa. "Hay que tener un balance y no todo puede ser bueno o malo. Nuestro primer objetivo es entrar en la Copa del Rey porque es lo primero que tenemos".
El técnico está "contento" con la plantilla porque han mejorado los aspectos en los que habían sufrido en los últimos años, en los que Baskonia sufría en las temporadas largas con lesiones y tantos partidos. "Hemos ampliado mucho ese fondo de armario. En un equipo en el que queremos dar oportunidades y trabajamos con gente joven, esa gente debe dar un paso adelante".
Pero el punto a tener en cuenta al contratar gente joven, es que ahora deben demostrar que pueden jugar en el Baskonia. "Yo te voy a dar la oportunidad, pero como no respondas se la voy a dar a otro. Tenemos jugadores jóvenes que nos pueden dar mucho durante el año y que nos pueden cubrir situaciones". Lo que sí que siente es que su equipo es largo y pueden mejorar, pero la base para ello pasa porque los jugadores crezcan, y tampoco se cierra a algo más. "Debemos mirar hacia lo que tenemos, pero eso no significa que no sigamos mirando al mercado".
Ha pasado tiempo desde que salió del Real Madrid y ahora es cuando ha decidido volver a España, algo que echaba de menos, pero no por el club blanco, del que salió por la puerta de atrás. Pero ahora retorna a casa, a Vitoria, un lugar que conoce bien, pese a los cambios. "Es que yo empecé a jugar aquí. Ha cambiado mucho, tenía pelo y era un crío, pero ahora veo cómo ha crecido el grupo, el club, hasta el pabellón… Estamos hablando de un gran equipo que ha crecido mucho en las últimas décadas y yo también he cambiado". Lo que reconoce es que el Baskonia mantiene muchas señas de identidad de cuando él era jugador allí y eso se transmite en la ciudad.