Tras superar a los Lakers este domingo en el duelo de las franquicias más laureadas en la NBA, los Boston Celtics reservaron a algunos de sus mejores hombres para enfrentarse al peor equipo del Oeste -y segundo peor equipo de la NBA-, unos Utah Jazz que finalizaron con un resultado digno (114-108) en el Garden, pero que fue gracias a un último cuarto (39-24) en el que el equipo local se dejó un poco ir.
El héroe del partido fue Sam Hauser, alguien poco habitual en estas lides y que supo aprovechar la titularidad en el equipo de Joe Mazzulla. El alero de Wisconsin firmó 33 puntos, con nueve triples, y estuvo apoyado en ataque por los 26 puntos de Jaylen Brown y los 18 puntos y diez asistencias de Derrick White.
Mazzulla no puso en pista ni a Jayson Tatum ni al dominicano Al Horford ante unos Jazz que, además, llegaron sin su mejor jugador, el finlandés Lauri Markkanen. Ante esto, contaron con John Collins como máximo anotador con 28 puntos y 10 rebotes.
A los mencionados Tatum y Holford, que no participaron por precaución tras sendos golpes en la rodilla y en el dedo del pie, respectivamente, hubo que añadir otra ausencia que se ha convertido en habitual en los últimos partidos: la de Kristaps Porzingis. El pívot letón no juega desde el 26 de febrero ante los Pistons y se ha perdido siete de los ocho últimos partidos.
Por fortuna, su equipo no lo ha notado y no cae desde que perdiera ante los Cavaliers el primer día de marzo, en el primer encuentro de esta serie en el que no estaba el ex del Real Betis. Ante la preocupación que despierta la ausencia de Porzingis, el letón ha tenido que dar la cara y ha desvelado que no es una lesión sino un proceso viral el que le tiene apartado de las canchas desde hace dos semanas.
"He estado conviviendo con una enfermedad viral que todavía no hemos conseguido identificar por completo. Me estoy recuperando y estoy mejorando. Pero sigo trabajando para mi regreso al máximo para ayudar a este equipo. Gracias por vuestro apoyo y espero regresar pronto sano", publica el internacional con Letonia en sus perfiles de redes sociales, donde deja claro que su baja no se debe a ninguno de los múltiples problemas pasados, que entre otras cosas, le hicieron perderse el primer mes de competición en la presente temporada.
La importancia del jugador la dan sus números. Porzingis promedia 18.9 puntos y 6.8 rebotes por partido este año con los Celtics. Y eso en un equipo lleno de exteriores y que tiene su gran peligro en la larga distancia.