Ja Morant no sale de una cuando ya se ha metido en otra. El base de Memphis Grizzlies es uno de los mejores jugadores de la NBA, pero a este paso su carrera puede caer en picado como un rayo. Si hace escasas semanas protagonizó un escándalo al ser acusado de ir en un coche desde el que un amigo apuntó con un arma de fuego al autobús del equipo rival (los Indiana Pacers), ahora ha sido 'pillado' mostrando una pistola durante un directo de Instagram...
La imagen ha dado la vuelta al mundo. El jugador, quien recientemente también fue acusado de amenazar con un arma de fuego a una persona de 17 años, sabe ya que ha sido apartado de su equipo durante dos partidos, y que la propia NBA ha iniciado una investigación sobre una conducta que se entiende inadecuada respecto a los valores que se desean transmitir desde la competición estadounidense. He aquí el momento exacto en el que enseña la pistola a las personas que le están viendo a través de la famosa red social.
Aunque por el momento desconocemos hasta dónde llegarán las indagaciones de la Liga, lo que es seguro es que el juego que se trae el jugador de la franquicia de Tennessee le ha salido muy caro. En la NBA el sueldo de los jugadores se reparte durante los 82 partidos de temporada regular; es decir, si te sancionan en uno, pierdes el dinero correspondiente. Dado que Morant percibe algo más de 12 millones de dólares al año y que su equipo le ha castigado con dos encuentros, perderá exactamente 295.000 dólares por mostrar un arma de fuego durante un segundo.
Respecto al futuro del jugador, parece que ha llegado la hora de tomar cartas en el asunto para que la que estaba destinada a ser una carrera meteórica no se quede en nada. Memphis ya dijo que trataría el incidente con los Pacers a nivel privado y así fue. La cuestión es que aunque Morant aseguró que estaba todo solucionado y que iba a centrarse únicamente en jugar al baloncesto, parece que no está siendo así.
Así es. Aunque no llegó a pasar nada, hace años ya se vivió un incidente de calado en la NBA con armas de fuego. En aquella ocasión, y tras una discusión entre dos compañeros por una partida de cartas, al día siguiente Gilbert Arenas y Javaris Crittenton aparecieron con sus armas en el vestuario y se apuntaron mutuamente. No ocurrió nada, pero es un episodio que pasó a la historia de la Liga y que ésta no quiere que se repita o haya algo que se le parezca mínimamente.