Ya es un hecho. Si hace meses conocimos que los Dallas Mavericks estaban inmersos en un proceso de venta, ya es firme que la organización de Texas cambia de propietario, puesto que la Junta de Gobernadores de la NBA ha aprobado este miércoles el cambio cambio de manos con 29 votos a favor y cero en contra.
Con el traspaso de poderes aprobado por la Liga, Mark Cuban deja de ser el dueño para que tal papel pase a los Adelson, una familia de magnates del juego de Las Vegas (EE.UU.) que según informa el periódico The Dallas Morning News se hace con el 77 por ciento de la franquicia, quedándose Cuban con el 23 por ciento restante.
Según fuentes del citado medio, la NBA espera que se cierre la operación esta misma semana. Patrick Dumont, que es el presidente de la corporación Las Vegas Sands, será el nuevo gobernador de los Mavericks tras más de dos décadas con Cuban al frente; eso sí, en lo que es un acuerdo insólito en la liga, seguirá al frente del equipo en la dirección de las operaciones deportivas de la franquicia.
Para Cuban el negocio no se puede tildar como menos que redondo. El afamado empresario adquirió los Mavs en el año 2000 por 285 millones de dólares y ahora, con su equipo ha sido valorado entre 3.800 y 3.900 millones, se estima que haya ingresado unos 3.000; es decir, ha multiplicado por más de 10 su inversión de principios del siglo XXI.
Lejos de otros propietarios que dejan hacer libremente a sus presidentes de operaciones de baloncesto, Cuban siempre ha estado implicado plenamente en la confección de un equipo al que ha llevado a vivir sus años más gloriosos. Así, con Dirk Nowitzki como jugador franquicia, logró el anillo del año 2011. En el presente, con Luka Doncic en ese papel, espera repetir éxito más pronto que tarde. Por cierto, el base de aquel conjunto campeón, Jason Kidd, es actualmente el entrenador del equipo.
La operación para los Adelson es una inversión que no atañe únicamente al deporte. Es obvio que hacerse con una franquicia cuyo mayor activo es Luka Doncic es una apuesta segura, pero lo que realmente pretenden es poder instalar el juego en Texas, donde actualmente está prohibido. El proyecto completo incluye la construcción de un nuevo pabellón que compartiría espacio de entretenimiento con un casino. Por ahora es solo un sueño, pero la intención está clara.