Si hace unos días señalábamos que todo hacía indicar que James Harden podía demostrar su descontento de un momento a otro, hoy directamente podemos afirmar que ese instante en el que se le cruzarían los cables ha llegado. Según informa Shams Charania de The Athletic, el jugador de Philadelphia 76ers no ha estado con el equipo desde el domingo y este miércoles, cuando tenía entrenamiento, directamente ha decidido no acudir sin avisar...
Las últimas informaciones señalan que los Sixers en momento alguno tenían constancia de que no fuese a presentarse para trabajar con sus compañeros, por lo que valoran castigarle por ello; eso sí, desvela Ramona Shelburne de ESPN que no tomarán determinación alguna hasta escuchar a su jugador y ver qué explicaciones da al respecto.
Lo único que está claro a estas alturas es que la aparición de La Barba con el equipo desde hace un par de semanas es algo que podemos catalogar casi como ficticio. En ese tiempo Harden no solo no ha disputado partido alguno, sino que solo habría realizado un entrenamiento en 14 días con sus compañeros.
Respecto a si volverá, si pedirá perdón, si jugará con los Sixers... desde The Athletic señalan que está abierta la puerta a que no regrese con el equipo hasta que no sea traspasado. Al parecer, la frustración del MVP de 2018 habría ido en aumento al no haber sido intercambiado a Los Angeles Clippers, algo que le habría llevado a mostrar su descontento de esta manera; eso sí, no es descartable que de marcha atrás, sobre todo porque se puede enfrentar a unas enormes multas económicas.
Siendo exactos, el guard podría ser castigado con una multa de 389.082 dólares por cada partido de pretemporada y temporada regular que se pierda sin el consentimiento del equipo, ya que estaría incumpliendo lo que se denomina la cláusula de prestación de servicios. Y no quedaría ahí la cosa, ya que por saltarse cada entrenamiento se encontraría con una multa mínima de 2.500 dólares.
Está siendo una lástima el final de carrera de James Harden. Tras un buen inicio en Oklahoma City Thunder y convertirse en uno de los mejores jugadores de la NBA en Houston Rockets, ha empezado a dar tumbos en los que su imagen ha quedado dañada tras pedir salir justo de la organización de Texas y hacer lo propio en Brooklyn Nets año y pico después. Veremos si es capaz de encontrar su lugar.