Las protestas a los árbitros y su estado físico han estado en el foco de la carrera de Luka Doncic, más aún desde que el esloveno está en la NBA. Resulta evidente que en ocasiones su actitud hacia los árbitros puede ser difícil de tolerar, a pesar de que en algunas situaciones pueda tener razón. El propio Doncic ha reconocido la necesidad de cambiar esta actitud, pero parece arraigada en su personalidad.
Sin embargo, lo que más preocupa a sus seguidores es su estado físico, su cuidado corporal y los problemas que esto podría acarrear tanto a corto como a largo plazo. La discusión sobre su peso y forma física ha estado presente desde su segunda temporada en la NBA, cuando experimentó un cambio físico significativo en comparación con su temporada de 'rookie'. Desde entonces, este tema se reactiva de vez en cuando, a excepción de su tiempo en la burbuja de Disney creada por el covid en 2020, cuando se le vio en excelente condición física.
Este asunto va más allá e implica diversos factores, como su estilo de juego, su genética, sus hábitos, su dieta y las demandas de los equipos en los que ha jugado. Doncic se ha convertido en un ejemplo del juego acaparador, similar al de James Harden, en términos de tiempo de posesión del balón. Su uso del balón en la cancha es uno de los más altos de la liga y en muchas ocasiones ha liderado esta estadística. Esto puede deberse a la falta de otros generadores confiables en su equipo o a su propio estilo.
El uso excesivo del balón también conlleva una carga física considerable para Doncic. A lo largo de su carrera en la NBA se ha perdido un promedio de casi 13 partidos por temporada debido a lesiones, y esta cifra ha aumentado en las dos últimas temporadas. El peso de liderar su equipo en todas las facetas del juego y jugar con frecuencia lesionado es evidente.
A pesar de un verano que se esperaba como un período de descanso y recuperación, Doncic parecía no haber logrado un cambio significativo en su estado físico. Su participación con la selección de Eslovenia durante el Mundial tampoco mostró una mejoría en su condición física. Esto plantea preocupaciones sobre si alguna vez veremos la mejor versión de Doncic debido a problemas físicos.
Si bien su carrera ya es destacada y se le considera un futuro miembro del Salón de la Fama, su deseo de alcanzar cotas aún más altas y liderar a su equipo hacia el éxito podría depender en gran medida de su salud y estado físico. A sus 24 años, Luka Doncic está entrando en una etapa crucial de su carrera, donde debería estar en su mejor momento. Aunque sus números y su impacto en el juego son notables, las dudas sobre su estado físico persisten y plantean interrogantes sobre su futuro y su capacidad para dominar la liga de manera sostenible.