El campanazo de los Indiana Pacers es un hecho. Pese a que llegaban a los playoffs de la NBA renqueantes después de una temporada que ha tenido claramente dos partes, una primera excelsa y una segunda digamos que menos destacada, en las eliminatorias por el título se han desatado. También ha ayudado que tenían enfrente a un equipo como los Bucks, pero que estaba tan falto de talento por las lesiones como desnortado en busca de su idea de juego. El cambio de Jrue Holiday a Damian Lillard les vino mucho peor de lo esperado, y tras el cambio de entrenador y la llegada de Doc Rivers, nada fue a mejor.
Los Pacers, con una actuación magnífica de T.J. McConnell y Obi Toppin, les aplastaron este jueves por 120-98, para confirmar su eliminación en la primera ronda en el sexto partido (4-2), en la que les ha pesado no poder contar con el lesionado Giannis Antetokounmpo. Las lesiones se presentarán como atenuante, pero aun así resultará difícil de justificar el rotundo fracaso de estos Bucks que, antes de empezar la temporada, eran el gran aspirante en el Este junto a los Boston Celtics y uno de los principales candidatos al anillo. La temporada de los de Milwaukee ha sido muy turbulenta con el despido en enero del técnico novato Adrian Griffin (30-13 de balance) y la llegada de un Rivers que hundió más el barco. Problemas defensivos, un banquillo muy limitado, escasa conexión entre Antetokounmpo y Lillard, además de apagones brutales ante rivales menores.
El final fue apropiado ya que perdieron ante unos Pacers que en diciembre les eliminaron en las semifinales de la Copa de la NBA y que les han vencido en 8 de sus 11 encuentros esta temporada. En cambio, Indiana se ha ganado el derecho a soñar con estos rebeldes, impetuosos y eléctricos Pacers, que ahora se enfrentarán en las semifinales del Este a los New York Knicks. El técnico Rick Carlisle ha modelado un equipo muy joven y ultraofensivo que ha sido el más anotador de la NBA durante la liga regular. Indiana no superaba una ronda de 'playoff' desde 2014.
En esta noche de euforia en el Gainbridge Fieldhouse de Indianápolis brillaron con luz propia dos reservas como McConnell, con 20 puntos, 9 asistencias y 4 robos y Obi Toppin, con 21 puntos y 8 rebotes. Además, sus estrellas estuvieron presentes, aunque no fueron tan protagonistas, ya que Tyrese Haliburton sumó 17 puntos, 6 rebotes y 10 asistencias y Pascal Siakam aportó 19 puntos y 7 rebotes.
Indiana, con un 54,1 % en tiros, trituró a Milwaukee en puntos del banquillo (50-10), al contraataque (21-6) y asistencias (33-19). También ayudó que los Bucks, aunque tuvieron a Antetokounmpo como duda hasta última hora, no llegó y su baja les lastró mucho, Lillard sí pudo regresar y acabó con 28 puntos, y estuvo respaldado por Brook López que consiguió 20 puntos y Bobby Portis, 20 tantos con 15 rebotes. Pero no fue suficiente en un partido que los locales tuvieron controlado desde el primer cuarto, y salvo algún arreón de los de Wisconsin, que pudieron cortar rápido, tuvo en los Pacers a unos tiranos que certificaron así su pase a la siguiente fase.