La dinastía que formaron los Golden State Warriors hace casi una década tiene tres nombres propios: Stephen Curry, Klay Thompson y Draymond Green. Los tres All-Star fueron elegidos en el draft por la organización de San Francisco y juntos dieron forma a un fantástico equipo que ha ganado hasta cuatro anillos en los años 2015, 2017, 2018 y 2022. Pues bien, podemos estar ante el último baile de tan legendario trío.
Según informa Shams Charania de The Athletic, a estas alturas de película todas las señales apuntan a que Thompson no renovará su contrato con la organización californiana, lo que le llevará a convertirse en agente libre de cara al verano de 2024.
Suena duro, sobre todo al tratarse de un equipo campeón, pero tiene su explicación. Klay, quien en la campaña NBA que está a punto de empezar percibirá 43,2 millones de dólares, puede aspirar a un nuevo acuerdo que alcance los 50 millones por año, y todo ello habiendo superado una gravísima lesión y teniendo ya 33 años. Suponemos que no exigirá tanto, pero lo que le han puesto por el momento encima de la mesa tampoco le convence.
Esa es justo la información que maneja Adrian Wojnarowski de ESPN. El reputado periodista no dice que esté todo perdido –equipo y jugador tienen margen para renovar hasta el 30 de junio de 2024–, pero de igual modo recalca que las negociaciones están en punto muerto al no haber entendimiento entre las partes.
Pinta mal. Si en septiembre era el general manager de la franquicia, Mike Dunleavy Jr., quien aseguraba que reinaba el optimismo respecto a extender el contrato de Thompson. ahora todo ha quedado en que ambas partes deberán ceder para encontrar un punto medio que le permita seguir juntos. Decirlo es sencillo. Convertirlo en realidad, ya no tanto.
Lo cierto es que Klay tiene motivos para creer que sigue mereciendo un gran contrato. Pese a que está por ver cómo se desenvuelve en el curso 2023-24, en el anterior estuvo en un promedio de 21,9 puntos, 4,1 rebotes y 2,4 asistencias, firmando además un 41,2% en triples (41,6% en su carrera) y metiendo hasta 301 (máximo de su carrera). Si es capaz de mantenerse más o menos en la misma línea, sorprendente será que no haya algún equipo que se lance con una gran oferta, y es que tener un lanzador de su nivel –el año pasado metió hasta 301 lanzamientos de tres puntos– es algo que está enormemente valorado en la actual NBA.